Ella, glamorosa, con falda Dolce & Gabbana, blusa Karen Zambos y zapatos Ferragamo. Él, con aire de vaquero, jean y sombrero llenos de huecos, chaleco negro rayado, lentes ahumados y una pañoleta en su cuello.
Ella, vivaz, agradable, sin reparos para hablar de su familia, su trabajo y sus planes. Él, menos cómodo con la prensa, sin pretensión y con el sueño de irse a un teatro diminuto y anónimo a hacer Hamlet antes de volverse más viejo.
Angelina Jolie es la mitad de la pareja más famosa de Hollywood y una madre de seis que aprendió a convivir con una nube de paparazis. Johnny Depp, el pirata más popular del mundo (Jack Sparrow), el actor que se queda con los personajes más raros, confiesa que no tiene paciencia para los fotógrafos. Por eso prefiere no salir de casa.
Gracias a su poder taquillero, ambos pertenecen a una categoría aparte en la industria del cine. Hace unos días, los dos hablaron con varios medios, en el Ritz-Carlton de Nueva York, sobre su primer filme juntos: El turista, que se estrenó ayer en Colombia y que les valió sendas nominaciones al Globo de Oro.
La cinta sigue a Elise (Jolie), una sofisticada y misteriosa mujer ligada a un criminal financiero que, en su afán por evadir a la policía británica, embarca a un turista (Depp) en su fuga. La persecución tiene más comedia que suspenso y está enmarcada por los canales de Venecia (Italia). Curiosamente, la pareja de actores no se conocía, pese a vivir a una hora de distancia, en el sur de Francia. Por eso, antes de trabajar juntos, probaron cómo compaginaban en una reunión orquestada por el director Florian Henckel von Donnersmarck (La vida de los otros).
"Nos juntamos para decir 'hola, así soy realmente' y tratar de familiarizarnos el uno con el otro antes de iniciar el rodaje -cuenta Depp-. Creo que fue útil para Florian, para ver qué clase de química teníamos, qué tipo de chispa, y la conexión fue instantánea".
"Me sorprendió que fuera tan maravilloso como yo deseaba -comenta Jolie sobre él-. Cuando uno ve películas como El joven manos de tijera (1990) y los personajes locos que hace, piensa que un actor así debe tener buen humor y un corazón bondadoso, pero uno nunca sabe antes de conocer a alguien. Cuando lo conocí, fue aun más entretenido e interesante de lo que pensé".
Famoso por sus roles fuera de lo común, como el obsesivo Willy Wonka de Charlie y la fábrica de chocolates, el barbero siniestro de Sweeney Todd o 'El sombrerero loco' de Alicia en el país de las maravillas (los tres, al servicio de Tim Burton), Depp deja a un lado la excentricidad en El turista: allí es Frank Tupelo, un profesor de matemáticas. "En la superficie es un tipo promedio, normal, pero de cerca se ve muy diferente", dice.
Jolie también se desvió de sus reconocidos personajes de acción para representar a una mujer suave y enigmática: "Me identifico con ella en que dice lo que realmente quiere decir. De alguna forma, no tiene malicia", afirma.
El rodaje en Venecia, en marzo y abril del 2010, fue una pesadilla por el asedio de los paparazis. "Son muy pocas las veces en las que estoy trabajando y, antes de salir del hotel, pregunto cuántos hay y me dicen 'unos 30'. Angie y Brad (Pitt) lo manejan de forma elegantísima, con un alto nivel de clase y dignidad -subraya Depp-. Yo no me creo capaz de controlarme así".
Pese al acoso, los dos sacaron tiempo para visitar la casa del otro, beber vino y disfrutar la ciudad. "Lo vi con su familia y es un excelente papá. Es divertido, noble y renacentista: pinta, hace música. Es de ese tipo de artistas frente a los que te preguntas cómo puede alguien ser tan creativo", destaca Jolie. "Ella es una mujer increíble, como todos saben: asombrosamente noble, inteligente, divertida y fuerte", responde Depp. Más camaradería, imposible.
Críticas
Peter TraversRolling Stone
En un año de películas espantosas, 'El turista' se merece un entierro en el fondo del cerro de estiércol del 2010. Aunque tiene gente talentosa, está atrapada en una inercia creativa.
John AndersonWashington Post
El alto voltaje de las estrellas Johnny Depp y Angelina Jolie pone la película bajo los reflectores, lo que sería poco halagador para la mayoría de filmes y aun menos para los que carecen de sustancia y de tensión, como este.
Joe NeumaierNew York Daily News
A este letárgico 'thriller' romántico le falta tanta emoción que el resultado son algunas de las menos excitantes secuencias de acción y seducción de nuestra memoria reciente.
La diva y Colombia
Como embajadora de buena voluntad del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur), Angelina Jolie se ha reunido un par de veces con desplazados colombianos.
La última vez lo hizo en julio, en una zona fronteriza de Ecuador, pero nunca ha visitado nuestro país.
"Me encantaría ir y he tenido conversaciones sobre ello -aseguró ella-. La dificultad con Colombia es que hay áreas a las que no se accede con facilidad. La situación es tan compleja que incluso los refugiados que están en Ecuador se esconden. No pueden mostrar sus caras y no quieren reunirse con uno... Y también es muy difícil localizarlos a todos o a una cantidad considerable".
La actriz dijo saber sobre la situación de los desplazados internos y sobre el mejoramiento de la de seguridad en el país, pero se mostró cautelosa sobre el impacto que una visita suya tendría.
CLAUDIA SANDOVAL GÓMEZ
CORRESPONSAL DE EL TIEMPO
NUEVA YORK
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CLAUDIA SANDOVAL GÓMEZ
F eltiempo.com
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