Rally Dakar 2014: La tragedia, otra vez protagonista
Otra vez la tragedia envuelve al Dakar. Y al igual que el año pasado, cuando la caravana arribaba a esta ciudad, el luto se posó sobre el campamento salteño. Tras la noticia de dos periodistas fallecidos en Catamarca anteayer, producto de un despiste de la camioneta en la que se trasladaban, ahora la muerte golpeó a un competidor: el motociclista belga Eric Palante fue hallado muerto en el camino de la etapa de anteayer, en la provincia de Catamarca.
El malogrado competidor murió en el kilómetro 143 de la quinta etapa del Dakar, que unía a Chilecito con San Miguel de Tucumán. Ayer por la mañana, a las 8.30, el camión "barredor", que revisa el terreno por donde pasó la competencia, se encontró con el cuerpo de Palante. La organización de la competencia informó que no recibió señal de alerta por parte del piloto.
Palante competía con la moto Honda N° 122 y las circunstancias del fallecimiento son analizadas por la fiscal subrogante en feria, doctora Analía Castro de Massucco, de Belén, provincia de Catamarca.
La quinta etapa fue la más dramática desde que el Dakar llegó a América del Sur, en 2009. Con temperaturas muy elevadas, motos incendiadas y pilotos deshidratados, se produjeron innumerables abandonos. De hecho ayer largaron 92 motos de las 118 que habían partido desde Chilecito, mientras que sólo quedaban 20 cuatriciclos de los 27 que partieron desde aquella ciudad riojana. "Esta condición nos sorprendió", había admitido anteayer Etienne Lavigne, director del Dakar, que participó en el auxilio de varios pilotos.
Pese a los imponentes recursos tecnológicos para la seguridad y seguimiento de la competencia, la organización no advirtió de la situación de Palante. De hecho, muchas motos quedaron en la riesgosa zona catamarqueña y entre ellas se encontraba la del piloto belga. Los pilotos, ante cualquier circunstancia, pueden emitir una señal de alerta para avisar al control de la carrera. En este caso, Palante no la utilizó. Tampoco se registró señal de vehículo en mala posición (cuando la moto se cae y queda en posición horizontal), ya que la máquina estaba parada junto al cuerpo del malogrado competidor.
Palante disputaba su undécimo Dakar. Había participado en cinco competencias en Africa y tenía asistencia perfecta en América del Sur. Tras seis abandonos, su mejor posición fue el 66° puesto en 2012. La familia (tenía una esposa y cinco hijos) fue informada de inmediato por la organización. De hecho, en su página web apareció la noticia antes que la información oficial.
Es el cuarto piloto que fallece en el Dakar desde que se disputa en este continente. En 2009, en la segunda etapa, en La Pampa, murió el francés Pascal Terry. En 2012, producto de un accidente, perdió la vida Jorge Martínez Boero, al sur de la provincia de Buenos Aires. El año pasado, rumbo a Salta, en territorio chileno y proveniente de Calama, falleció el francés Thomas Bourgin, al protagonizar un incidente vial con un móvil de los Carabineros de Chile.
La cifra de muertes es espeluznante y, además de conductores, fallecieron asistentes, periodistas y seguidores desde que el motociclista Patrick Dodin perdiera la vida en 1979 tras salirse de la pista en Nigeria. Los años más luctuosos fueron 1986 (murieron siete personas) y 1988, cuando hubo seis víctimas.
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