Chen quiere abandonar China con su familia en avión de Hillary Clinton
El activista chino, que está en conversaciones con EE. UU., aseguró que teme por su seguridad.
El disidente chino Chen Guangcheng quiere abandonar su país junto a su familia en el avión de la secretaria de Estado de Estados Unidos, que participa este jueves en un foro en Pekín, según indicó al sitio web de
Chen permanece desde este miércoles en un hospital de Pekín, tras pasar seis días en la Embajada de EE. UU., después de escapar el 22 de abril del arresto domiciliario que sufría en Shandong (este de China) desde hace más de año y medio.
Chen permanece desde este miércoles en un hospital de Pekín, tras pasar seis días en la Embajada de EE. UU., después de escapar el 22 de abril del arresto domiciliario que sufría en Shandong (este de China) desde hace más de año y medio.
Este caso ha enrarecido el IV Diálogo Estratégico y Económico China-EE. UU., pese a los intentos de Clinton y del presidente chino, Hu Jintao, de dar una imagen de normalidad en los lazos bilaterales.
Por su parte, confirmó que el activista de derechos cívicos quiere abandonar China, donde teme por su seguridad, y que está en conversaciones con él sobre su futuro y el de su familia, declaró un portavoz del departamento de Estado.
Chen, acérrimo crítico de las esterilizaciones forzadas en China y de las expropiaciones abusivas del régimen comunista, abandonó el miércoles la embajada de Estados Unidos, en la que se refugió durante seis días, después de que China diera "garantías" sobre su seguridad si permanecía en su país.
El jueves, sin embargo, anunció que cambió de opinión, aparentemente después de haberse reencontrado con su familia a la salida de la embajada: "no me siento seguro, quiero irme de China", declaró Chen.
"Quiero que Estados Unidos nos ayude, a mi familia y a mí. Antes me ayudó", dijo Chen, quien fue entrevistado por teléfono en el hospital de Pekín.
El abogado y su familia "han cambiado de opinión sobre la cuestión de quedarse en China", declaró la portavoz del departamento de Estado, Victoria Nuland, quien añadió: "necesitamos más consultas con ellos para entender mejor lo que quieren y ver juntos las posibilidades que tienen".
El abogado y su familia "han cambiado de opinión sobre la cuestión de quedarse en China", declaró la portavoz del departamento de Estado, Victoria Nuland, quien añadió: "necesitamos más consultas con ellos para entender mejor lo que quieren y ver juntos las posibilidades que tienen".
"Haremos lo posible por ayudarle", había declarado anteriormente un responsable estadounidense que pidió el anonimato.
El embajador de Estados Unidos en China, Gary Locke, aseguró que Chen "nunca fue obligado" a abandonar la misión diplomática de Estados Unidos.
Pekín y Washington pactarán las condiciones de salida del disidente de la embajada, en un entendimiento concluido oportunamente la víspera del diálogo estratégico entre ambos países.
Organizaciones de derechos humanos pidieron conocer los detalles de la negociación entre los dos países sobre la suerte de Chen. "Estaba contento con la idea de salir de la embajada, tenía ganas", aseguró Locke a periodistas.
Chen había indicado a sus amigos que no deseaba exiliarse a Estados Unidos porque prefería seguir con su combate por las libertades dentro de China.
Abandonó la embajada por amenazas de represalias contra su familia, que hubiera sido trasladada a su provincia de Shandong (este) si el activista seguía en la misión diplomática, según sus allegados.
En una entrevista a la 'CNN' el miércoles por la noche, el militante explicó que tras su evasión, su esposa fue atada a una silla durante dos días por la policía de Shandong y amenazada con ser asesinada a golpes.
En la apertura de los dos días de conversaciones del "diálogo", Clinton declaró, sin mencionar el nombre de Chen, que todos los gobiernos "deben responder a las aspiraciones de sus ciudadanos a la dignidad y al estado de derecho".
La víspera había declarado que Washington garantizaría el respeto de las garantías prometidas por Pekín sobre la seguridad de Chen.
El presidente chino, Hu Jintao, respondió llamando a las dos primeras potencias económicas mundiales a cooperar, y advirtió que cualquier deterioro de sus relaciones supondría riesgos "graves" para el planeta.
En el área económica, el secretario del Tesoro estadounidense, Timothy Geithner, llamó a China a seguir con la reevaluación del yuan frente al dólar, habitualmente tema de contencioso bilateral.
Estados Unidos y China debían aprovechar también el diálogo para abordar los grandes temas internacionales: Siria, los programas nucleares de Irán y Corea del Norte, y el conflicto entre Sudán y Sudán del Sur.
Clinton también celebró el apoyo de China a una resolución del Consejo de Seguridad de la ONU, adoptada el miércoles por la noche, que pide a Sudán y a Sudán del Sur poner fin a las hostilidades en 48 horas, so pena de sanciones.
F eltiempo.com
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