Terminó el Dakar a más de tres días del ganador y fue recibido como un campeón

A nadie le importó el tiempo sino que esté allí, abrazándolos. Lleno de polvo y con lágrimas en los ojos Eugenio Favre completó este Rally Dakar 2014 con el peor registro de todos. Que se lo vayan a decir a sus familiares, que se lo repitan a él. No tiene ni la más mínima relevancia porque, así y todo, le ganó a esta durísima competencia... y de eso se trata.

Con chances de abandonar en cada una de las etapas, pero con un corazón de oro, Favre alcanzó la meta en Valparaíso 73h20m16s después de que lo hiciera el ganador en su categoría, cuatriciclos,Ignacio Casale. Es decir, la cuenta abarca tres días enteros (72 horas) y un poco más.

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En el medio, fue ayudado por el público cuando su cuatriciclo con el número 283 se averió, terminó con el chasis soldado por varias partes, recorrió 200 kilómetros sin luz y avanzó 12 kilómetros sin una rueda. Entre otras tantas peripecias que debió superar el nacido en Pigüé, provincia de Buenos Aires.

Esquivando siempre por muy poco el camión que quería remolcarlo y obligarlo a abandonar, llegó a la frontera entre Chile y Bolivia con el tiempo justo; y ahí, se dio una situación hilarante. “Llegué como a la una a la frontera y los bolivianos estaban todos dormidos. La Policía chilena me estaba esperando del otro lado para seguir en carrera. Tenía que despertarlos de alguna forma, así que me fui al estacionamiento y agarré a patadas a todas las camionetas para que sonaran las alarmas”, relató el bonaerense al periódico cordobés La Voz del Interior.

Estamos de acuerdo, podría hacerse una película con la odisea de Favre en el Dakar 2014. Y en ese film, uno alcanzaría puntos de tensión, otros de risa, tristeza y, por último, un final emocionante, con el piloto abrazado a toda su familia, a aquellos que confiaron en verlo en la meta...no importa en qué posición ni en cuánto tiempo.