Juliette Lewis, la actriz que sabe cómo triunfar en el cine y la música, sin morir en el intento

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La música, el cine, la pintura, todas las artes confluyen desde y hacia el mismo punto", le dijo a EL TIEMPO minutos antes de un concierto en Montreal (Canadá), el pasado fin de semana.

Luego de verla en escena, transformada en un felino explosivo, vestida de cuero negro y satín, cuesta trabajo hurgar en la memoria tras el rastro de la tierna, pero sexy adolescente de Cabo de Miedo, de Martin Scorsese, en 1991. ¿A dónde se fue la dulce Danielle? ¿Y de dónde diablos salió este monstruo sensual y arrollador llamado Juliette Lewis, a medio camino entre el punk y el rock?

Al verla, micrófono en mano, se le siente más cercana a la Mallory Knox de Asesinos por naturaleza, de Oliver Stone, la otra mitad de la pareja de desquiciados asesinos en serie.

El 'huracán Juliette' azotó a Montreal, a donde llegó como parte de la promoción de su nuevo álbum, Terra Incognita.

Para este CD contó con la producción del talentoso Ómar Rodríguez, uno de los cerebros tras The Mars Volta, banda de culto. Además, este es el primero que Juliette lanza sin The Licks, la agrupación con la que creció musicalmente y con la que, dice, "le crecieron los dientes de estrella de rock".

"Creo que ya estaba madura para emprender un proyecto musical en solitario. Me dolió dejar mi banda, pero son ciclos que uno cierra, otros se abren,aquí estoy y aquí sigo", cuenta, sorprendentemente relajada, mesurada, con esa voz cascada tan suya, de una áspera sensualidad, probablemente reforzada por el mundo del punk.

"Nunca me costó trabajo hacer música. De hecho, desde los 9 años toco el piano. Mejor dicho, conocí primero la música que el cine", cuenta.

Juliette, para quienes la recuerdan como Danielle, luce bella todavía, un poco trajinado el rostro por el abuso de maquillaje de tantas décadas, pero a sus 35 años, tiene todavía intacta esa mezcla de 'niñita pícara'.

"Yo me he hecho a pulso, no he tenido nada gratis. Así como comencé en el cine, de la nada, también lo hice en la música. De ceros, con las uñas", afirma altanera.

'Punk' o rock o todo lo contrario

Lewis lleva casi dos décadas recorriendo escenarios, desde coliseos hasta bares de 'punketos' y de motociclistas, donde su música, enérgica y frentera, golpea como un puñetazo en el estómago. "Prefiero un bar atestado de borrachos a un coliseo lleno de 'nerds'. Me gusta el contacto con la gente", dice.

Y su presencia en la tarima, como cantante, es también poderosa, todo un 'performance' entre el arte dramático y el 'desmadre' propio del rockero: "Esta es la música que mejor se ajusta a mi carácter, con la que me siento igual de bien a como si estuviera frente a una cámara de cine".

"No me gusta etiquetar mi estilo. Si dices que es rock, entonces la gente del 'punk' no va a estar de acuerdo, y viceversa si dices que es 'punk'. Digamos que no es ni lo uno ni lo otro, sino lo contrario", agrega, y suelta tremenda carcajada.

Como compositora y cantante, dice que sus influencias más directas son Patti Smith, Blondie, Iggy Pop y David Lee Roth.

JIMMY ARIAS
PARA EL TIEMPO
MONTREAL (CANADÁ)

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