Así que para enseñar a dibujar y, sobre todo, para activar el pensamiento creativo, Lersundy enseña a dibujar a quienes pocas veces lo han hecho.
"Para innovar hay que ver de nuevo, tener los ojos frescos frente a la realidad y no estar con pensamientos preconcebidos. Para dibujar también hay que tener otra mirada. Al dibujar se crean conexiones en el cerebro y se activa su hemisferio derecho", dice Lersundy, y agrega que así estimula la creatividad.
Con esta idea propone talleres en la escuela VerDnuevo, en La Calera o en Cero Galería, de Bogotá. Allí, personas con distintos niveles de dibujo comparten durante ocho clases.
"Muchos no dibujan porque en el colegio les dijeron que no eran buenos. En el colegio, las artes, como la pintura, no son obligatorias; entonces, privan a los estudiantes de desarrollar habilidades creativas", dice.
Lo peor -añade- es que como adultos les piden que innoven en las empresas, pero al no haber tenido contacto con actividades creativas no saben cómo.
Lersundy también ha impartido talleres en Ciudad Bolívar, en donde plantea a dueños de negocios que ejerciten su creatividad dibujando. Según dice, al fin del taller unos terminan dibujando bien, y todos sintiéndose capaces de crear y de ver el mundo de otra forma.
Informes: 8608284 y www.verdenuevo.com/
F eltiempo.com
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