El cubano Juan Carlos Tabío confiesa que buena parte de lo que es hoy como director de cine se lo debe al fallecido Tomás Gutiérrez Alea, con quien codirigió Guantanamera (1995) y Fresa y Chocolate (1994).
"Siempre lo recordaré como a un gran amigo a quien le debo mucho", asegura en entrevista desde La Habana, a propósito del estreno en Colombia de El cuerno de la abundancia, un filme en el que reúne a los actores cubanos Mirta Ibarra (viuda de Gutiérrez), Jorge Perugorría y Vladimir Cruz. "Somos una familia fuera del set, que cuando los productores nos dejan, hacemos una película".
'El cuerno de la abundancia' es la historia de un pueblo cubano, sumido en la pobreza -por ejemplo, sólamente hay un refrigerador en la casa de Bernardito, el personaje central- cuya dinámica se altera cuando corre el rumor de que todos los Castiñeiras son los herederos de una millonaria fortuna.
-En 37 años de filmografía ha hecho una crítica a la dura realidad económica y social de Cuba y 'El cuerno de la abundancia' no es la excepción. ¿Es su cine una forma de mostrar una realidad que quizás otros medios han intentado disimular?
Yo no calificaría el cine como un medio político. Pienso que es una forma de expresión artística (como la literatura o el teatro), que tiene, entre otros muchos propósitos, mostrar las contradicciones de su realidad. Más en Cuba, donde la prensa, la radio y la televisión, durante casi 50 años, han reproducido el discurso oficial (un poco metafísico) donde las ideas tienen más realidad que los hechos concretos que conforman la vida material y espiritual de los cubanos.
-¿Qué tan complicado es realizar un rodaje en la isla?. ¿Depende de la temática en algún caso, es decir, usted como cineasta sufre alguna clase de censura?.
Por supuesto que la crisis económica mundial complica la producción de cine en Cuba y en todas partes. Pero al margen de esto, Cuba es un país al que el Gobierno de Estados Unidos ha sometido durante 50 años con un brutal bloqueo (o embargo o como quiera que se llame) y que, muy paradójicamente, ¡tiene que importar el 80 por ciento de los alimentos!.
En cuanto a la censura, en todas partes existen muchos más guiones escritos que filmados, incluso películas terminadas que ningún distribuidor está interesado en proyectar. Estoy seguro de que no todas son un bodrio. Esa es una forma de censura. Otra forma es que un gobierno decida 'engavetar' un determinado guión o una película, por considerarlos "políticamente incorrectos". En Cuba ha sucedido esto último y, al mismo tiempo, los cineastas cubanos, que reciben apoyos de los organismos promotores de la cultura (en la isla todos son así) también hemos logrado -con bronca, claro- un espacio para un cine crítico, cuestionador e incisivo con nuestra realidad.
-En 'El cuerno?', Bernardito (Perugorría), el personaje central, es el narrador de la historia y convierte al público en su cómplice. ¿Por qué escogió este para su película?
En realidad, esta fue una idea de Arturo Arango, autor del argumentoy coautor del guión conmigo. La historia contada por el antihéroe que al final queda igual o peor que cuando comenzó.
-La película revela las desgracias del pueblo cubano, con mucho humor negro?
Pienso que el humor puede ser una herramienta para revelar claves de nuestra vida. El humor puede, incluso, llegar a ser desgarrador.
-Usted tuvo un acercamiento con Hollywood, cuando 'Fresa y chocolate' estuvo nominada al Óscar, en 1995.
Mi acercamiento con Hollywood duró menos que un merengue en la puerta de un colegio. Por lo que veo, y salvo contadísimas excepciones, el cine de allá cada día es más 'profundamente superficial'. De momento, por las leyes de EE.UU., nadie puede contratar a un cubano residente en Cuba. Ahora, si algún día eso cambia y me hacen una proposición aceptable, ¿por qué no?
37 años de crítica al sistema
Mientras llega noviembre, cuando empieza el rodaje de un documental libro Cimarrón, de Miguel Barnet, Juan Carlos Tabío se dedica a escribir un guión a partir de la novela Hemingway en Cuba, de Giuseppe Recchia.
Entre sus trabajos más destacados están Se permuta (1984), la nominada al Óscar como mejor cinta extranjera -Fresa y chocolate (1994)-, Guantanamera (1995), Lista de espera (2000), Aunque estés lejos (2003) y, su más reciente producción, El cuerno de la abundancia (2008).
"Siempre me ha costado mucho trabajo dirigir. Quizás me sume al ejército anónimo de guionistas y será a los directores de mis guiones a quienes les hagan las entrevistas, así tendré más tiempo para hacer otras actividades2, comenta el realizador de 67 años, con 37 dedicados al cine.
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