CUANDO Y DÓNDE
El dúo electrónico estará presentando su disco el 4 de septiembre en Casa Siam, establecimiento en La Candelaria, en Bogotá (calle 9 No.2 Este-36), a las 8 p.m.. Boletas a 20.000 pesos.
'Juanito alimaña' y 'Gualajo' se fueron de 'after party' y allá se fundieron con Massive Attack y Asian Dub Foundation. Esa podría ser una forma de describir el resultado del primer álbum del proyecto bogotano Radio Rebelde Soundsystem, conformado por Santiago Ramírez y Simón González, que ya empieza a ganar visibilidad como una de las bandas líder de la explosión de las músicas caribeñas electrónicas.
'Resiste' comprende 10 cortes de experimentación en los que los sintetizadores y las secuencias electrónicas ponen la base rítmica, y las líneas de trompetas, trombones, percusión y piano le agregan el sabor, además de la voz de Ramírez, un profundo admirador de Héctor Lavoe.
"La muerte me vino a buscar, y yo le dije 'carajo, respetá'", reza la letra cargada de mordacidad de su sencillo 'La muerte', que ya está rotando en estaciones como Radiónica, donde las llamadas de los oyentes la han puesto en el Top 25, semanas atrás.
Radio Rebelde es ahora otro de los nombres junto a Bomba Estéreo o Systema Solar que han crecido sobre lo que sembró Sidestepper y ahora lideran ese híbrido de rumba electrónica y música colombiana. "Fue algo coincidencial, queríamos hacer lo nuestro y aparecimos en el mismo momento en que había interés por la cumbia digital", afirma Ramírez.
Pero su peculiaridad, que comparte así sea lejanamente con el grupo Malalma, es que se concentra especialmente en la salsa.
Sin embargo, incluyeron en el disco una versión de la canción 'Los perritos', del maestro José Antonio Torres 'Gualajo', en la que reemplazan el sonido de la marimba de chonta por el teclado del sintetizador.
Según el grupo, la fusión ha sido posible no sólo por el parecido rítmico entre la cumbia y el techno, sino que los dos provienen del mismo pasado: "Ambos son estados de trance que provienen de la ritualidad", explica Ramírez.
El dúo se conformó en Argentina, de manera accidental, cuando los dos músicos compartieron residencia en Buenos Aires. González, quien hacía su tesis en música sobre estas fusiones, era DJ del subgénero drum n' bass y antes había hecho parte de proyectos totalmente electrónicos como Panic y Dirty Cash, mientras que Ramírez era más apegado al folclor y al dub, con grupos como Alerta, Caribbean Selecta Sound o Son del mar.
Allá grabaron las canciones, bajo la coordinación del reconocido productor Mario Breuer (Andrés Calamaro, Los abuelos de la nada).
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