No es femenino ni feminista, sino una mirada descarnada del tema", insiste Azcárate, que presenta por primera vez este montaje en Bogotá en una temporada que inicia hoy en el Teatro Nacional Fanny Mikey de Bogotá.
¿Salen mal librados los hombres en esta obra?
No, para nada. Soy una mujer que se puede dar el lujo de afirmar que conoce el lado bueno de los hombres y ama el universo femenino. Se trata de reírnos un poco de esa cotidianidad que viven ambos, pero sin agredir u ofender.
¿Cuál es la diferencia que propone frente a otros espectáculos del mismo formato?
En este momento, en el ruedo hay gente maravillosa y cada uno busca un sello personal, pero yo definiría mi estilo como algo directo, descarnado y muy serio. Tanto, que no me río en ningún momento durante el show.
¿Y eso por qué?
Me parece que reírse de los comentarios propios es un instrumento muy básico. Lo que digo, a mí no me parece gracioso, pero si la gente se ríe es que se identifica y ese es el objetivo.
¿Qué quiere que reflexione la gente con el espectáculo?
Que no podemos pasarnos toda la vida tratando de cambiar al otro. Nosotras no queremos a un hombre para que nos entienda, sino para que nos entretenga, y ellos no quieren que los cambien, sino que los acompañen.
Usted es casada, ¿qué piensa su marido del espectáculo?
Él es un demente muy de avanzada. Es el primero que me aconseja y se burla mucho. Sólo lo ha visto una vez (en el pasado Festival Iberoamericano de Teatro) y se le salieron las lágrimas.
¿Qué tal es para las críticas?
Soy muy burletera y muy consciente de que con la vara que uno mide será medido. Soy humilde para las críticas y dependiendo de quién venga el comentario miro si es importante o no.
¿Por qué se le midió al escenario?
Por mi trabajo siempre hice lo que otros escribieron, pero ahora tengo este texto en el que se refleja lo descarada que he sido (en el buen sentido de la palabra).
¿Eso ha cambiado esa imagen de mala que se ha creado a su alrededor?
Por lo que han visto en la radio o en la TV pueden percibir a una villana, brutal con la palabra, o a una antipática; pero cuando vean la obra dirán que soy una loca, pero una loca bacana. No quiero que me odien o me amen; agradezco ambos sentimientos, lo que yo busco es respeto.
¿Se siente más famosa ahora?
Siempre hay dos caminos: ser famosa o exitosa. El primero es muy fácil, pero yo desde chiquita decidí que me iba a quedar con el segundo, que es más duro y difícil. Yo soy conocida porque trabajo en este medio, pero lo de famosa me da mucho oso.
¿Podría contar algo de lo que se verá en el escenario?
Que el que es tacaño de novio, es miserable de esposo; el que es coqueto, se vuelve vagabundo, y el que es agresivo, es violento de marido. Todo se multiplica, menos la plata.
Temporada
Del 4 de agosto al 19 de septiembre. Funciones de miércoles a viernes, a las 8:30 p.m.; sábados, a las 6 y 8:30 p.m. y domingo: 6 p.m. Teatro Nacional Fanny Mikey, calle 71 No. 10-25. Bogotá.
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