Jessica Simpson reaparece pero no está tan delgada
Con un traje negro muy poco favorecedor a juicio de un humilde servidor, la polifacética Jessica Simpson se dejó ver el lunes en el nuevo show de Katie Couric, que emite la cadena ABC. La revista 'Life & Style' se ha hartado de vender ejemplares asegurando que la cantante había perdido 18 kilos desde que dio a luz a su pequeña Maxwell Drew, pero, visto lo visto, nos han engañado descaradamente.
Jessica, musa del efecto 'yo-yo' por antonomasia, firmó un contrato con la marca Weight Watchers (Vigilantes de Peso) para promocionar las bondades de su revolucionario método de adelgazamiento. Por una hazaña nada insólita para el común de los mortales, recibió la friolera de tres millones de dólares.
Pues bien, yo no noto que se haya obrado ningún milagro con ella. La prensa americana sostiene que alcanzó los 90 kilos en su embarazo, ¿pero alguien se cree que ahora haya bajado hasta los 72? Antes de lanzaros a mi yugular, tened en cuenta que la chica es bastante alta.
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El bebé de la rubia ya tiene cuatro meses y esa dieta hiperestricta combinada con maratonianas jornadas de ejercicio me da a mí que no ha dado los resultados esperados. ¿Se habrá hinchado a fritos y a dulces a escondidas?
Sobre su lucha encarnizada contra la báscula, Jessica comentó: "Mis médicos me dijeron que cuando rompiera aguas, todo el peso saldría con el bebé. Pero no fue así (...) Tengo que distanciarme de las expectativas del resto de la gente porque quiero ser una madre fenomenal". Vale, ¿y tu contrato qué, querida?
F yahooo
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