El sobreactuado discurso de Anne Hathaway en los Oscar
A casi nadie le ha gustado el discurso de agradecimiento de
Anne Hathaway, flamante ganadora del Oscar en la categoría de Mejor Actriz de
Reparto por su papel de Fantine en Los Miserables. Demasiadas frases
entrecortadas y amagos de llanto tuvieron la culpa de que Twitter se burlara de
la artista.
"Se hizo realidad. Gracias a la Academia por
esto", susurraba con un hilo de voz mientras sostenía la estatuilla dorada
sin que las lágrimas amenazaran con aparecer. Después proseguía: "Os
admiro tanto y ha sido un gran honor... [refiriéndose a sus compañeras]".
Hathaway se impuso a Amy Adams, por The Master; a Sally
Field, por Lincoln; a Helen Hunt, por Las sesiones; y a Jacki Weaver, por El
lado bueno de las cosas.
La joven actriz dedicó el premio a su compañero Hugh Jackman
y a Universal, así como también a su familia y a su marido Adam Shulman.
"El mejor momento de mi vida fue cuando apareciste", aseveraba.
El momento álgido de su discurso llegó cuando hizo la
siguiente afirmación: "Aquí está la esperanza de que algún día, en un
futuro no muy lejano, las desgracias de Fantine solo estarán en los cuentos y
no en la vida real". Huelga decir que, a pesar de su loable declaración de
intenciones, nadie entendió por qué extrapolaba los dramas de siglos
precedentes con la actualidad.
Por otro lado, la cara de sorpresa de Anne causó cierta
indignación. Hasta Seth MacFarlane bromeaba con Sally Field en un sketch sobre
el previsible veredicto de los académicos, rendidos a Anne en su segunda
nominación.
Hathaway había conseguido anteriormente el Globo de Oro, el
premio del Sindicato de Actores y el BAFTA. Un sinfín de reconocimientos para
una fugaz interpretación que tuvo como momento estelar la interpretación de I
Dreamed a Dream con un abrumador primer plano.
Está claro que a veces menos es más y la naturalidad es
mejor que el dramatismo innecesario, que provoca más animadversiones que
simpatías.
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