La deslenguada sobrina de Aznar se lo quita
todo en
Como Dios la trajo al mundo. Así ha posado
Aran Aznar, la sobrinísima del expresidente del Gobierno José María Aznar en la
revista 'Interviú'. La mujer, aparte de enseñar su generosa delantera, ha
aireado algunas intimidades de su familia.
Aran, de 38 años, se enorgullece de ser la
'oveja negra' de su familia. Trabaja en el mundo de la noche como relaciones
públicas y es madre de tres hijos de tres relaciones diferentes.
Para abrir boca nos habla de su díscola
adolescencia: "Era bastante conflictiva, una bala perdida. El resto de mis
primos eran todos muy formalitos, siguieron el canon de la familia: estudiar,
sacarse una carrera, tener hijos, todo en orden... He dado muchos disgustos,
pero no me arrepiento de nada".
Sobre su tío, al que vio por última vez el día
de Reyes, comenta: "Es un cachondo mental, un bichero y un niñero. Está
todo el día haciendo bromas. Es un niño más y un bromista cuando está en la
mesa: para que nos riamos le puede poner los cuernos a mi abuela, se puede
poner a jugar con la servilleta o darte un codazo para enseñarte la comida que
tiene en la boca. Es un gamberro y conmigo ha sido muy generoso y
cariñoso".
Ana Botella es para Aran "la que pone
firme a todo el mundo, la mandona, la que corta el rollo, la que lleva los
pantalones de la casa...el brazo serio de la familia". Y su primita Ana,
casada con Alejandro Agag, es la chica del "braguetazo".
"Alejandro ya apuntaba que era un máquina, un tipo simpático pero con muy
buenos contactos", añade.
Estas entrañables declaraciones habrán
desatado las iras de Aznar. El reportaje fotográfico tampoco es que rezume
elegancia: Aran viste ropa de encaje y hace poses propias de una película para
adultos retozando en una cama y enseñando toda la retaguardia.
Aran en su día perteneció a las Nuevas
Generaciones del PP y ahora pasa olímpicamente de la política, aunque, por
recomendación de su abuela, siempre vota.
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