Stephen Seddon, el inglés que mató a sus padres para cobrar
la herencia
En algún momento entre octubre de 2011, cuando Stephen
Seddon, casado y padre de tres hijos, perdiera su trabajo y julio de 2012,
cuando presuntamente asesinó a sus propios padres con un rifle para saldar sus
deudas con su herencia, la mente de este inglés del condado de Durham, de 46
años, entendió que estaba justificado acabar con los progenitores para que su
familia dejara de vivir de las ayudas públicas que recibía con su mujer. No
está claro el momento exacto.
El 20 de marzo de 2012 ya había intentado acabar con ellos
estrellando un BMW que había alquilado para llevar a su madre a comer fuera el
día de la madre.
Lo único que parece estar claro en el juicio al que se está
sometiendo a Seddon estos días es que, efectivamente, la idea le rondaba la
cabeza. Sus padres, Robert y Patricia Seddon, de 68 y 65 años respectivamente,
fueron asesinados en su casa de Manchester.
Patricia fue encontrada en el pasillo, con un tiro en la
cabeza que el perito estima "fue disparado desde muy de cerca".
Robert, por otro lado, fue hallado muerto en el sofá.
Si el marido tenía el arma del crimen, una escopeta con el
cañón serrado, en la mano derecha era, según la acusación, porque "el
asesino quería que pareciera que Robert era responsable del asesinato".
Sería, según esta versión, el fin de una de las obsesiones
de Stephen: heredar de una vez y pagar las deudas que asolaban a su familia. La
situación se había agravado desde que había perdido el trabajo: sus ahora
muertos padres, descritos como pensionistas medios que llevaban una vida
"modesta pero cómoda", habían accedido a comprarle una casa a su hijo
y pagarle la hipoteca, a cambio de que él les pagara un alquiler.
Sin embargo, Stephen sufría lo que se ha descrito como
"una sed insaciable de dinero" y pidió una serie de préstamos en este
proceso, sabiendo que pronto heredaría 230.000 libras esterlinas (más de
266.000 euros).
Eso explicaría el curioso incidente de marzo de 2012, cuando
alquiló un BMW para sacar a sus padres a cenar fuera en celebración de un día
de la madre anglosajón algo retrasado. Según testigos, el coche fue acelerando
hasta llegar a lo alto de un canal; entonces giró de golpe y cayó en el agua.
Cuando llegaron los bomberos, vieron a Stephen de pie sobre
el tejado del coche mientras sus padres estaban atrapados en los asientos
traseros. Le informaron de que debía bajarse de donde estaba porque estaba
provocando que el coche se hundiera. Tras el rescate, Stephen dio varias
versiones sobre el accidente: a algunos les dijo que había perdido el
conocimiento, a otros, que había golpeado un bache.
Continúa la acusación: "Stephen Seddon necesitaba un
método más certero por el que provocar la muerte de sus padres, uno con el que
alimentar la charada de que había sido el resultado de una terrible tragedia y
no un doble asesinato a manos de un hijo desagradecido".
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