Quito tiene la pista más larga de América
Latina
La nueva terminal costó US$630 millones y dejó
para la historia la que operó desde 1960, que terminó rodeado por la ciudad y
ahora se convertirá en un parque.
La remoción de tierras del nuevo aeropuerto
comenzó en 2006 y, tras un proceso que incluyó paralizaciones y renegociaciones
de contratos, se inauguró sobre una extensión de 1.500 hectáreas, frente a las
126 del antiguo, uno de los más complicados para el aterrizaje y despegue en
América Latina por su ubicación geográfica.
Situado a 2.400 metros sobre el nivel del mar,
el nuevo aeropuerto, con una pista de 4.100 metros, facilitará vuelos directos
hacia lugares como Madrid, Amsterdam, Sao Paulo y Nueva York. Eso era
impensable en el aeropuerto enclavado en la ciudad pues los aviones debían
despegar con media carga de combustible debido a su gran altitud, 2.800 metros
sobre el nivel del mar, y su corta pista.
En la ceremonia de inauguración, el presidente
de Ecuador, Rafael Correa, apuntó que de los once accidentes aéreos registrados
en los últimos treinta años, seis pudieron evitarse con una pista más larga.
Por su parte, el alcalde de Quito, Augusto Barrera, destacó que era imposible
mejorar la capacidad operativa del antiguo aeropuerto, que además ha impedido
la existencia de edificios de gran altura en la ciudad, algo que ahora
cambiará.
Toda la estructura de los edificios del nuevo
aeródromo está calculada para soportar un terremoto de 9 grados en la escala de
Richter, algo importante en un área sísmica como Ecuador, y puede resistir un
incendio de hasta 700 grados de temperatura.
Equipado con tecnología de última generación
para el control de tráfico aéreo y con una torre de control de 41 metros de
alto, el nuevo aeropuerto tiene aún planes de crecimiento, incluida una segunda
pista.
Para Correa, la construcción del aeropuerto
representa "los cambios profundos y la transformación" del país, que
"nada ni nadie podrá detener", según dijo en la ceremonia.
Añadió que no se trata de un proyecto aislado,
sino que es parte del sistema de movilidad que apunta al "desarrollo
económico del país entero".
Correa dijo que desde 2009 hasta 2012 su
Gobierno ha invertido más de 220 millones de dólares en la construcción y
mejora de aeropuertos en todo Ecuador.
Para el gobernante, el nuevo aeropuerto puede
incluso aportar a la integración regional y ser parte de ejes multimodales y
transoceánicos en el desarrollo de la Cuenca del Pacífico.
Correa, que el pasado domingo ganó la
reelección, con lo que estará en el cargo hasta el 2017, aseguró que el suyo es
un Gobierno de "izquierda moderna" y dio la bienvenida a la inversión
privada, pero "en función del bien común y de los objetivos
sociales".
El nuevo aeropuerto está localizado en un
valle aledaño a Quito, en el sector de Tababela, a unos 18 kilómetros del centro
de la capital y llegar allá en una jornada sin mucho tráfico puede tomar
alrededor de una hora y media.
Barrera sostuvo que el año que viene se
terminará el complejo vial de acceso al aeropuerto, al que actualmente se llega
por carreteras frecuentemente congestionadas.
Bautizado con el mismo nombre del antiguo,
"Mariscal Sucre", el nuevo aeropuerto cuenta con una terminal de
carga, de la que carecía el anterior, más zonas de aparcamiento y en el futuro
tendrá un edificio con restaurantes y otras zonas administrativas.
El alcalde resaltó que el nuevo "Mariscal
Sucre" servirá como un polo económico con la potenciación de la capacidad
industrial en sus alrededores y la canalización de turistas.
Un vuelo a Guayaquil de la línea aérea
nacional Tame, previsto para las 18.55 hora local de este martes, puso fin a
las operaciones en el antiguo aeropuerto. Otro vuelo de Tame, con origen en
Guayaquil, aterrizará en la nueva pista de Tababela a las 09.00 hora local del
miércoles, con lo que se dará inicio oficial a sus operaciones.
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