sábado, 28 de abril de 2012

Dos arquitectos bogotanos de 30 años están conquistando el mundo


Dos arquitectos bogotanos de 30 años están conquistando el mundo

Fueron los ganadores de un concurso en Ucrania para rescatar el parque más importante de Kiev.

Un salón atestado de periodistas ucranianos, arquitectos de talla mundial sentados a centímetros de distancia y, en el centro, Pablo y Julián, dos jóvenes bogotanos que esperaban la primera pregunta.
Esa era la tensión de la rueda de prensa del 30 de abril de 2011, cuando estos bogotanos se ganaron, entre centenares de propuestas, un concurso para reformar el parque más importante de Kiev, en Ucrania.
No es su primer logro más allá de las fronteras nacionales. Han ganado convocatorias para proyectos de ideas como unir dos cabos en el estrecho de Bering o un proyecto de vivienda de interés social en Luanda (Angola).
Parece un portafolio de años de experiencia, pero en realidad los protagonistas son un grupo de jóvenes arquitectos que no superan los 30 años.La corbata todavía se les ve fuera de tono.
Pablo Forero y Julián Restrepo se hicieron amigos en la Universidad de los Andes y desde que comenzaron a trabajar sabían que tenían que montar su propia empresa. Taller 301 es el nombre. Paradójicamente, se estrellaron con mil barreras para poder laborar. "Mantenerse aquí no es fácil. Menos, sin experiencia", dijo Pablo.
Ante la incertidumbre y las cuentas por arriendo y servicios de la oficina que alquilaron, decidieron emprender una búsqueda a través de Internet.Hoy son más conocidos fuera de Colombia que en Bogotá, en donde no han ganado nada.
Premios
Su primer gran logro ocurrió en 2009, cuando decidieron participar en un concurso internacional de ideas, categoría profesional, para conectar Eurasia y Norteamérica con un proyecto arquitectónico en el estrecho de Bering.
Por encima de 135 propuestas, su idea, la de formar un archipiélago natural, quedó en primer lugar. "Era como una especie de pequeñas islas artificiales que permitirían la construcción de una autopista transcontinental que recorrería los 85 kilómetros que separan a Alaska (Estados Unidos) de Liberia (Rusia) a través del estrecho de Bering", dijo Pablo.
Sorprendió del proyecto "lo aterrizado que era", cuenta Pablo. A través de dos caminos, una parte vial y otro de pequeño islotes, descrestaron al jurado internacional. Al final, un archipiélago, dos caminos y un monumento de luz como traído de una película de ficción fue el coctel perfecto que llevó a estos jóvenes al éxito. Pero su curiosidad no se quedó allí, en 2010 quedaron entre los cinco primeros en un concurso organizado en Lisboa (Portugal) para construir viviendas de interés social en Luanda (Angola).
Pablo y Julián, a diferencia de muchos profesionales de su edad, no quieren irse del país, aunque admiten que los motivan los reconocimientos internacionales. "Aquí está todo por hacer", dijo Pablo.
Un parque en Ucrania
El último gran reconocimiento de estos jóvenes también fue gracias a Internet. Sin entender ucraniano, presentaron un megaproyecto para recuperar el parque más importante de Kiev (Ucrania).
"En el jurado estaban los mejores arquitectos del mundo", dijo Pablo. El reto era unir a la ciudad con el río Dniéper, pero protegiendo el parque, y además potenciar una autopista que lo atraviesa. Entonces se inventaron un sistema de nodos para conectar a los ciudadanos con el lugar. "Son diez anillos en total con múltiples funciones, que conectan los senderos y a la gente con el agua", explicó Pablo.
Toda una infraestructura de pistas de esquí, muelles, museos, puentes, plazoletas quedó plasmada en el proyecto de Taller 301. Ganaron. "Escuchar al danés Andreas Klok Pedersen, uno de los mejores arquitectos del mundo, decirlo fue muy emocionante", recordó Pablo. Hoy viajan a Ucrania para llevar a cabo la primera parte del proyecto, en la que se intervendrán 18 hectáreas para mejorar la infraestructura. En Bogotá quieren transformar más cosas que las que caben en su mente porque saben que si buscando por Internet han encontrado el reconocimiento mundial, en Colombia tal vez entiendan que su talento y el de mucho jóvenes de la capital podría transformar a la ciudad.
Cárol Malaver
Redactora de EL TIEMPO


F eltiemnpo.com

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