lunes, 30 de abril de 2012

Germán Vargas Lleras dice que su aspiración depende de la de Santos


Germán Vargas Lleras dice que su aspiración depende de la de Santos


En entrevista con María I. Rueda, ministro de Vivienda habló sobre aspiración a Presidencia en 2014.

¿Cuánto tiempo llevaba pidiéndole al Presidente que lo dejara construir casas para los más pobres?
¿Lagarto? No. Nunca intrigué para que me nombraran ministro de Vivienda. Recuerde, sí, que en la campaña presidencial el programa más estructurado en este tema era el mío. Cuando adherimos a la candidatura del Presidente suscribimos un acuerdo programático, y la reforma del modelo de vivienda de interés social se acordó desde entonces. Pero apenas hasta ahora es fiscalmente viable. 
¿Qué es lo que ha cambiado fiscalmente? ¿Hay más plata? ¿O de dónde la van a sacar? ¿Y cuánto va a costar?
El crecimiento sostenido de la economía por encima del 5 por ciento y una optimización del recaudo tributario representaron ingresos adicionales de 16,8 billones de pesos en el 2011. Igual ocurrió con el petróleo. El país recibió 2 billones más de lo esperado. El programa costará 3,7 billones.
Le critican al Presidente que entró en una línea populista...
Sí. Eso dicen los mismos pendejos de siempre, ajenos a la realidad nacional, que desconocen que millones de colombianos no tienen manera de aportar la cuota inicial y mucho menos de suscribir un crédito hipotecario para poder soñar con tener una casa propia. Hasta ahora, la construcción informal ha representado el 62 por ciento de la oferta de vivienda. Son los hampones que promueven las urbanizaciones piratas y los invasores quienes ofrecen las alternativas. Eso se va a acabar. 
Y entonces, ¿qué fue lo que hicieron todos los gobiernos anteriores?
Destinar los dineros a la demanda. Este programa lo hará a la oferta. El subsidio a las tasas de interés ha sido útil y continuará beneficiando particularmente al estrato 3 de la población y a parte del 2. Lo nuevo es llegar a los más pobres de los pobres, a quienes nada tienen y nada pueden aportar.
Su discurso me suena a pensar con el deseo. ¿Cuáles experiencias que conozcan en otros países han funcionado?
Lula, en Brasil, entregó un millón de viviendas con un modelo similar. El alcalde López Obrador, en México D. F., hizo lo mismo. Ya Chile lo adoptó. Colombia estaba en mora de estructurarlo.
¿Cómo tranquilizar a los que creen que el Presidente hace una oferta populista porque está bajando en las encuestas?
Ya le mencioné argumentos muy sólidos en lo social, que son la motivación principal del Presidente y la mía. La supuesta irresponsabilidad fiscal está descartada. Pero como sé que estos argumentos poco interesan a quienes por principio se oponen a cualquier iniciativa social, entonces a ellos les recuerdo que la construcción sigue representando el 14 por ciento del PIB en este país. Es el gran motor en la generación de empleo. Construir cada vivienda dará trabajo a dos colombianos de manera directa y a muchos más indirectamente. Además, el programa tiene una alta tasa de retorno. De las cinco locomotoras, la vivienda será el tren de alta velocidad.
Usted dice que es urgente el cambio de modelo. ¿Eso quiere decir llanamente que en Colombia no se viene construyendo ni una casa para los más pobres?
Hoy las viviendas de interés prioritario disponibles en el país, cuyo precio es menor de 40 millones de pesos, son 1.553. No le estoy dando una cifra equivocada. ¡Solo 1.553! ¿Puede usted creer? Y un millón cien mil familias es el acumulado de quienes perdieron su casa en la ola invernal, de personas desplazadas por la violencia y de familias pobres en la total indigencia que demandan techo. Además, cada año se forman 285.000 nuevos hogares. De ellos, 140.000 terminan en la informalidad.
Si eso es así, ¿100.000 casas gratis no es una meta bastante insuficiente?
La meta es entregar las primeras 100.000 casas el año entrante. Pero la ley que el jueves pasado presenté al Congreso convierte el programa en permanente. 
¿Qué diferencia hay entre las casas sin cuota inicial de Belisario Betancur y las que ustedes ofrecen ahora?
Belisario avanzó en eliminar la cuota inicial, no el crédito hipotecario. Otras épocas, diferentes circunstancias.
¿Con qué criterio van a escoger a los beneficiarios?
Necesariamente hay que priorizar. Serán las familias que lo perdieron todo en la ola invernal, los desplazados y quienes están en el nivel 1 del Sisbén, priorizando a las personas de la tercera edad, a las mujeres cabezas de familia y a los discapacitados. Tenemos ya un inventario muy completo del programa de la red. No descarto eventualmente un sorteo en la escogencia final de los beneficiarios. Quienes no resulten seleccionados conservarán la prioridad para el año siguiente.
¿Cómo evitar que al programa se lo tome la politiquería?
Se integrará una comisión del más alto nivel, vigilante del proceso de selección, de la que harán parte los organismos de control y reputados miembros de la sociedad civil. Por ningún motivo vamos a permitir que el programa se utilice con fines electorales o lo contamine la corrupción.
¿Y al que escasamente recibe un salario mínimo, pero tampoco le alcanza para una casa, quién lo protege?
Que quede claro que todos los demás programas continuarán: los macroproyectos, los subsidios a la tasa, los que adelantan las cajas de compensación familiar... Y se incentivarán programas de autoconstrucción, vivienda rural, etc. Nos asiste el propósito de que, después de atender primero a la gente más vaciada, luego llegaremos a todos los colombianos que lo necesiten.
El anuncio de las casas gratis coincidió con el fin de semana de la encuesta en la que el Presidente baja drásticamente su popularidad. ¿Hay alguna relación entre ambos hechos?
Ninguna. Los datos de Semana son bien distintos a los publicados el sábado por EL TIEMPO. ¿Usted a cuál encuesta le cree ? Aún recuerdo encuestas, en mi campaña a las presidenciales, que me situaban por debajo del margen de error. Dígame francamente si piensa que es posible que el mismo lunes, y a las volandas, el Presidente me cambiara de ministerio, radicáramos el proyecto de ley y estructuráramos esta iniciativa para responderle a una encuesta. Es más, la alocución presidencial estaba prevista para una semana antes, pero la Cumbre aplazó el lanzamiento.
En todo caso, hay encuestas en las que baja la imagen del Presidente...
Probablemente el Gobierno ha fallado en comunicar mejor la forma en que se viene atendiendo la emergencia invernal, los temas de seguridad y la ejecución presupuestal, que el año pasado fue histórica. Pero lo cierto es que en ambas encuestas es claro que la mayoría del pueblo colombiano respalda al Presidente y su gestión de gobierno.
¿Cree que las críticas del expresidente Uribe, justa o injustamente, comienzan a calar entre la opinión pública?
Si, a propósito de las declaraciones de la semana pasada, la encuesta lo que refleja es que la opinión está haciendo un corte de cuentas entre Juan Manuel Santos y Álvaro Uribe, diez puntos parecen muy poco para quienes sostenían que la votación histórica del Presidente le fue endosada en su totalidad (risas).
¿Qué consejo le da a su sucesor, Federico Renjifo?
Ser ministro del Interior le resultará apasionante, pero desde el minuto en que se posesione le va a cambiar la vida como aún no sospecha. Conducir las relaciones con el Congreso, atender a los gobernadores y alcaldes en sus problemas diarios, apagar incendios, entre muchas otras responsabilidades concernientes a defensores de derechos humanos, indígenas y afrocolombianos, le demandarán una carga de trabajo enorme. Hay que estar en forma.
¿Si asume la gerencia de un programa tan ambicioso, está descartando su candidatura presidencial para el próximo período?
Muy probablemente, sí. Las inhabilidades legales de los ministros para participar en la contienda del año 2014 empiezan en abril del próximo año. Para esa época, el Presidente tendrá claro si aspira a la reelección o no. Mi decisión está condicionada a la suya.
Pues si está condicionada, el programa de las casas gratis también parece indicar que el Presidente está dando el primer banderazo de su propia reelección...
No necesariamente. Lo mismo dijeron cuando se lanzó el programa de restitución de tierras y víctimas. Desde que nuestro país reformó la Constitución, permitiendo por una vez la reelección, todas las acciones de gobierno, transcurrido el primer año, son sujetas a las mismas críticas.
Esa es una vileza propia de la figura de la reelección, que no debería existir en Colombia. ¿Pero de dónde saca usted la humildad para pasar de un ministerio tan vistoso como el del Interior, que todos los días produce prensa, a un ministerio técnico y quemador como el de Vivienda?
Mi tarea en el Ministerio del Interior se cumplió. Tramité más de 70 leyes en el Congreso, el país actualizó su legislación en casi todos los frentes, propiciando grandes innovaciones. Era hora de asumir nuevos retos. 
No me negará que también le sirve para su imagen y sus planes futuros que, además de verlo actuar en el ministerio de la política, lo vean poner ladrillos en lo social...
Cierto. Tantos años como senador y luego como ministro le forman a la gente un concepto. Gracias a la confianza del Presidente en este programa, hoy tengo la oportunidad de liderar el más ambicioso plan de vivienda social de la historia de Colombia. Una revolución pacífica que solucionará en parte la vida de millones de colombianos. Y créame que, con la misma eficiencia con que me desempeñé en las tareas políticas, construiremos una casa tras otra.

MARÍA ISABEL RUEDA



F  eltiempo.com

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