jueves, 26 de abril de 2012

El rey Juan Carlos de España, en el blanco de las críticas


El rey Juan Carlos de España, en el blanco de las críticas

Debido al escándalo se llegó al extremo de romper el pacto no explícito de no atacar al rey.

El perdón al rey Juan Carlos no puso fin a la tormenta que se ha desatado en España por su viaje a Botsuana. La Cámara del Congreso aceptó varias preguntas que formularon partidos de izquierda y ahora la Casa Real debe responderlas. Todas se relacionan con el safari en el que el monarca se rompió la cadera.

Juan Carlos de Borbón vive las peores semanas de los 36 años de su reinado. Con once palabras, intentó sintonizar de nuevo con los españoles, indignados al saber que su rey había emprendido un viaje de ocio de unos 40.000 euros (casi 100 millones de pesos) en una de las peores épocas de la crisis: "Lo siento mucho. Me he equivocado y no volverá a ocurrir", dijo al salir del hospital, donde fue operado del accidente. Esa fractura fue la que sacó a la luz la cacería de elefantes a la que había asistido. De otra manera, seguramente nunca se habría sabido.

Se trata del último episodio de una cadena que ha apretado a la familia real durante estas semanas. La imputación de su yerno, Iñaki Urdangarin, en un caso de desvío de dinero público constituyó uno de los golpes más duros para el rey. La situación ahora ha empeorado por unos mensajes que mencionan algunas gestiones del monarca como mediador a favor de Urdangarin.

Poco antes había sufrido un accidente el nieto mayor del rey, Felipe Froilán Marichalar, cuando estaba en la finca de su padre. El niño, de 13 años, se disparó en el pie y tuvo que ser hospitalizado.
La ley no permite portar armas a los menores de 14, por lo que el exesposo de la infanta Elena tuvo que presentarse ante las autoridades. La causa se archivó porque no hubo denuncia del agraviado o de su representante legal, pero continúa la vía administrativa. Jaime de Marichalar podría, por tanto, recibir la sanción de una multa por haber cometido una infracción contra el reglamento de armas. 

Todos estos acontecimientos -en especial el viaje de cacería- dispararon un escándalo que rompió el tácito acuerdo existente en España de no hablar en contra del rey. Reputados columnistas y dirigentes políticos pidieron cuentas a la Familia Real e, incluso, algunos se mostraron a favor de la abdicación. Las redes sociales se enloquecieron con chistes, frases y montajes, producidos a una velocidad que dejó por detrás a los medios de comunicación.

Las once palabras mágicas del perdón desaceleraron el aluvión. Pero la Casa Real sabe que no bastan y ya habla de mayor transparencia. En adelante, por ejemplo, dará a conocer los destinos de los viajes de la familia real. Hasta ahora el rey solo tenía que comunicarse con el Gobierno antes de partir.
Precisamente, muchas de las preguntas que tendrá que contestar tratan sobre la información y los permisos de los viajes reales.
Otras, que fueron rechazadas por la Cámara del Congreso, aludían a Corina Zu Sayn-Wittgenstein, supuesta consejera y representante del rey, con quien el monarca mantiene una estrecha relación. 

Elisa Piñeiro es experta en la Casa Real y habló en Madrid con EL TIEMPO sobre la única noticia que ha logrado cambiar últimamente el tema de la crisis económica en España.

¿Está en peligro la monarquía en España?
Más que en peligro, está afectada. Hay que tener en cuenta que atraviesa momentos difíciles con el caso de Urdangarin y el disparo de Felipe Juan Froilán. Es un batacazo, sin duda. Pero la monarquía ha sufrido muchos problemas y siempre ha salido adelante. Fue importante el gesto de don Juan Carlos al pedir perdón; se veía muy afectado.

Entonces, ¿hay que descartar que abdique, tema del que se ha hablado en los últimos días?

No va abdicar. Todo el mundo comete errores y es importante saber rectificar.

¿Haber pedido perdón fue la salvación del rey?

Fue un gesto honorable, que no se ve en otras casas reales. Demostró que seguía la información de los medios y que le interesa tener un acercamiento al pueblo. Fue el signo de un cambio.

¿Qué actitud se puede esperar ahora de la Casa Real? ¿Qué cambios se pueden producir?

La Casa Real tiene que modernizarse. Ya se ha visto, poco a poco, una evolución. Ahora, por ejemplo, ofrece más información que antes. Se puede observar con el accidente de Froilán. Al principio hubo parquedad en la información, pero luego se publicó el parte médico. También se han presentado cambios en el equipo.
Hay nuevo jefe de comunicaciones y nuevo jefe de la Casa. Posiblemente, los últimos incidentes obligarán a que la evolución sea más rápida.

¿Qué consecuencias puede traer la mención del rey en algunos correos que hablan de su mediación a favor de Iñaki Urdangarin?

Es un tema del que no puedo hablar porque está en proceso judicial. Hay que esperar.

Se dice que más que monárquica, España es 'juancarlista', pero no muy 'felipista'. ¿Cree que Felipe tendrá respaldo popular cuando sea rey?
Sí. Es una persona joven, que vive los acontecimientos más de cerca. Ha aprendido mucho de su padre y le tiene enorme cariño.

¿Letizia Ortiz cuenta también con ese respaldo de la sociedad?
Poco a poco se lo va ganando. Al principio la criticaron mucho, pero el tono ha cambiado. No solo en España, sino también en el ámbito internacional ha ganado reconocimiento por sus obras sociales e incluso como ícono de moda.

Cuando el rey sufrió la operación de cadera, la reina se encontraba en Grecia y no regresó de inmediato. Cuando lo hizo, lo visitó por poco tiempo. Este gesto dio pie a que se hablara de desavenencias de la pareja.

Fue un pequeño enfado, pero al día siguiente comieron juntos. En un matrimonio siempre hay enfados. La reina demostró que se encontraba molesta, pero que lo apoyaba.

¿Por qué estaba molesta?
No lo ha dicho.

Se ha hablado mucho de la importancia del rey como elemento de unidad nacional. Ahora que la democracia está consolidada en España, ¿sigue siendo importante la figura del rey?
Por supuesto. Es fundamental en las relaciones internacionales de España. Consigue acuerdos económicos favorables para el país, como el que se alcanzó hace poco para construir el AVE (tren rápido) a La Meca (Arabia Saudí).

El rey ya retomó su agenda y volvió al trabajo, aunque no con la intensidad normal. El príncipe Felipe lo está reemplazando en numerosos actos.
Así fue la caza real
- Mohamed Eyad Kayali, empresario saudí, que representa la casa real de su país, fue quien pagó el safari a Botsuana, que costó cerca de 40.000 euros (casi 100 millones de pesos) y al que asistió la princesa alemana Corina Zu Sayn- Wittgenstein, amiga del rey Juan Carlos, empresaria y organizadora de este tipo de expediciones.

- Aunque a los ciudadanos les molestó que el rey hiciera un viaje de lujo como este en plena crisis y a los defensores de los animales que cazara elefantes, a nadie tomó por sorpresa la afición a la caza de Juan Carlos I. - Se sabe que en África ha disparado a leopardos, búfalos y otros animales. En el 2004 pagó 7.000 euros por matar en Polonia a un bisonte y, en octubre de ese año, cazó cinco osos en Rumania. En el 2005 la prensa austriaca difundió noticias de la aventura del rey en Graz y al año siguiente estalló un escándalo por la cacería de un oso en Rusia, al que emborracharon con miel y vodka.

Pero la gota que llenó la copa fue el safari de elefantes al que acudió el 8 de abril. Ese día llegó a Gaborone (Botsuana) en avión desde Madrid. El lunes se trasladó por tierra al delta del Okavango.
El 13 sufrió el accidente, un poco más al norte. Lo llevaron entonces al aeropuerto de Maun y desde allí regresó a Madrid. En la capital recibió una prótesis de cadera y 36 horas después se supo la noticia. Desde entonces, la familia real ha estado en la mira de toda España.


F  eltiempo.com

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