martes, 3 de abril de 2012

Annie Leonard, autora de La historia de las cosas, habló con CARRUSEL

Annie Leonard, autora de La historia de las cosas, habló con CARRUSEL


Annie Leonard, autora del video 'La historia de las cosas', habla sobre su dedicación al ecosistema.

Annie Leonard creció en Seattle (Estados Unidos). Cada verano iba a acampar con su familia y, desde el asiento trasero de una camioneta, recuerda haber visto bosques y edificios. Año tras año, empezó a darse cuenta de que las tiendas y los centros comerciales crecían, mientras la cantidad de árboles se reducía. Se preguntó a dónde iban los bosques y pensó en  cómo podría detener esa disminución antes de que se acabaran totalmente.
Estos cuestionamientos son la base de su activismo. Annie, estadounidense de 48 años y graduada de Barnard College y la Universidad de Cornell, en Nueva York, es la creadora del documental La historia de las cosas, un video en animación de 20 minutos visto por primera vez en el 2007 y que hoy cuenta con 15 millones de visitas y registra a países de todo el mundo.
Allí Leonard explica el modelo lineal económico; una forma de producción y consumo que, según ella, parece diseñado con estándares imposibles, pues parte de una explotación indiscriminada de recursos, que solo funcionaría en un planeta con materias primas infinitas.
Desde su casa en Berkeley (California), y vía correo electrónico, la ecologista cuenta cómo surgió su idea original, hasta dónde llegó con ella y cuáles son sus proyectos futuros.
¿Cómo surgió la idea y el interés de crear La historia de las cosas?
Luego de terminar la universidad, trabajé con organizaciones ambientales en Washington D. C. Durante los primeros 10 años hice parte de una campaña internacional para detener la exportación de desechos desde los países ricos hacia los más pobres. Viajé alrededor del mundo. Conocí comunidades que habían perdido sus provisiones de agua, salud y sustento debido a las industrias contaminantes. Entonces me di cuenta de que nuestros hábitos de consumo en los Estados Unidos están impulsando problemas ambientales generalizados y, también, de que tenía que encontrar una forma de decirle esto a la gente sin que sonara como regaño o repartición de culpas.
Y lo hizo. La primera parte de su trabajo consistió en armar una charla tomando como base el ciclo de vida de las cosas, desde su extracción (materias primas), pasando por su fabricación, distribución y consumo, para terminar en la basura. Esta conocida cadena, enseñada en colegios y clases de economía en universidades, carecía de elementos que Annie le agregó: gobiernos, empresas y personas. Estos, como parte del sistema, desempeñan roles que traen consecuencias ambientales para el mundo.
Luego, Annie se dedicó a impartir su charla en colegios, universidades y empresas. Cuenta: "Cuando me cansé de hacer la charla, hice finalmente una película. Fui a Free Range Studios para preguntarles cómo se podría capturar esa presentación y llevarla online. Se colgó en Youtube".
En La historia de las cosas, Annie asegura que los estadounidenses consumen a un ritmo feroz: compran, compran y compran, pero no están contentos.
¿Cuál es la relación que se plantea en La historia de las cosas entre felicidad y consumo?
A pesar de todos los mensajes comerciales que nos dicen que más cosas nos hacen más felices, las investigaciones académicas han documentado lo contrario. El profesor Tim Kasser y otros han demostrado que una orientación muy materialista es alimentada por la inseguridad y la ansiedad. No digo que lo nuevo no nos haga felices. Compré una capa nueva el año pasado que me encanta y me ha hecho feliz todo el invierno. Sin embargo, el beneficio marginal de cada cosa nueva disminuye: una búsqueda sin fin de cosas puede minar nuestra felicidad.
Después del éxito de la animación, Annie publicó un libro con el mismo nombre y formó una fundación ecológica (http://www.storyofstuff.org/), que no solo habla de problemas ambientales, sino que además presenta alternativas a la contaminación y las comparte con la comunidad.
¿Qué reacciones levantó en ese entonces y hasta ahora la animación?
En primer lugar, quedé impresionada por la respuesta a la primera película. El video se convirtió en viral (muy popular en la red). Personas de más de 70 países veían la grabación, no solo para informarse, sino para conectarse con otros que se esfuerzan por vivir una vida centrada en menos cosas. El uso extendido de la película por las escuelas y comunidades ha sido gratificante. El 40 por ciento de las personas que visitan nuestro sitio web es de fuera de Estados Unidos.
Por otro lado, hemos tenido un número relativamente pequeño de personas, sobre todo en los medios de comunicación de derecha, que nos acusan de ser antiestadounidenses y anticapitalistas, pero tratamos de permanecer centrados en conectarnos más profundamente con las personas que abrazan nuestro mensaje.
El trabajo de Annie no ha parado. En el 2010 produjo más animaciones. Ahora son seis: La historia del agua embotelladaLa historia de los cosméticosLa historia de los electrodomésticosLa historia de Cap and Trade (sobre el sistema de bonos de emisión de gases), La historia de los ciudadanos unidos La historia de Broke. En cada una explora los principios fundamentales de una sociedad justa y sostenible. El tema general es mostrar a la gente cómo se puede pasar de ser consumidores a ser ciudadanos.
Pero también, a principios de este año, puso en marcha un podcast de audio mensual con un equipo de tan solo seis personas. Se llama The Good Stuff, y se centra en personas que están encontrando soluciones a los problemas tratados en las películas.
¿Cuáles son los proyectos futuros de su organización Story of Stuff?
Siempre busco la oportunidad de llegar a más gente a través de las nuevas plataformas de medios. Y eso es lo que inspira nuestra nueva serie de podcasts. También, junto a Free Range Studios, estamos preparando dos nuevas películas para este año. La primera, que esperamos lanzar en el verano (mitad de año), presenta un argumento positivo para la asociación con los demás y así lograr cambios ambientales y sociales.
Estamos en contacto con cerca de 350 mil personas en todo el mundo en este momento a través de nuestra lista y diversas plataformas de medios sociales. Trabajamos duro para ofrecer a nuestros miembros de la comunidad contenido y recursos que les ayuden a ser más activos. Nos gusta pensar en nosotros mismos como un intermediario en vez de una institución.
¿Qué podemos hacer por el ambiente?
La respuesta es tener menos cosas. Annie Leonard hace esta . reflexión sobre una forma de vida sostenible y propone algunos puntos para desarrollar en comunidad. 
1. Desde un punto de vista individual, es necesario que cada uno establezca sus indicadores internos de satisfacción. Hay cosas que definitivamente no necesitamos.
2. Por otro lado, los cambios personales son importantes: conducir menos, compartir más, estar atentos a no crear residuos, usar bolsas de tela, evitar productos con muchos empaques, trabajar para reducir el uso de la energía, caminar y montar bicicleta.
3. Pero la crisis ambiental actual también requiere un cambio en el sistema. Por ejemplo, en lugar de sentirse culpable por conducir cuando no hay transporte público, presionemos para una mejor inversión en transporte masivo, fiable y energéticamente eficiente, de manera que viajar se convierta en una opción fácil, económica, obvia y eficaz. En fin, ser ecológicamente responsable debe convertirse en el nuevo valor predeterminado.
Natalia Noguera

F  eltiempo.com

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