jueves, 17 de marzo de 2011

J Balvin, el rey midas de la musica urbana ¡Se casa

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El reguetonero cuenta su historia y los detalles que le esperan en su nueva vida.

Hace once años, un grupo de jóvenes de colegio en Medellín armó su banda de rock lo que comenzó como un juego de niños, fue el inicio de un fenómeno musical llamado J Balvin (Vea aquí todas las fotos de J Balvin posando para el lente de elenco).
No le importó dejar dos carreras a medio camino. José Álvaro Osorio, así es su nombre de pila, cursaba cuarto semestre de comunicación social y al tiempo estudiaba negocios internacionales. Un día les dijo a sus padres que lo suyo realmente era la música... Y no cualquier género, su gran pasión era la urbana: "Cuando estaba en un parcial me ponía a escribir canciones o estaba pensando en qué ropa me iba a poner; o cómo iba a ser el show y no me parecía justo eso en un momento donde la economía de la familia no era la mejor".
Su padre, Álvaro Osorio, quien ahora es su mánager, le dejó esa decisión a la mamá del cantante; pues estaba seguro de que ella se negaría. Pero no fue así; doña Alba Mery Vásquez le dijo que contara con todo el apoyo de ellos: "Cuando me dicen que dé consejos a la juventud, prefiero hablar más de los padres. Creo que hay una tarea muy importante de parte de ellos, y es apoyar a sus hijos en lo que quieren ser. En mi caso, ese ha sido el factor más importante, porque me dieron la seguridad para meterme en este camino".
Cuando estaba en la búsqueda de su identidad musical, a los 14 años, formó su banda de rock con algunos compañeros de colegio en Medellín; pero siempre tuvo un gusto especial por la música urbana. Fue años más tarde, cuando al terminar su bachillerato viajó a un intercambio cultural en Oklahoma, que aprovechó y vivió en Nueva York, donde aprendió sobre la cultura citadina del rap y quedó encantado.

Luego, tratando de estudiar más a fondo el género, se fue a Miami convencido de que los sonidos urbanos eran lo suyo. Por eso todos aseguran que J. Balvin no será un impacto musical de un momento. Él, desde niño, lleva la música de la calle en el alma, influenciado por todo lo se vive en su natal Medellín. Por eso le escribe a la realidad y en su evolución como artista.
Así muchos cataloguen el reguetón y otros géneros de corte similar como música vulgar, el paisa ha buscado un equilibrio perfecto entre las vivencias y la sensualidad que desborda el género.
Ese, muy seguramente, ha sido uno de los factores más importantes que le han merecido el cariño y la admiración de un público exigente: "Me gusta el reguetón desde cuando empezó, grosero y todo, porque es la expresión del pueblo. Entiendo a los padres de familia que no quieren que sus hijos escuchen letras que no tienen que escuchar todavía, eso fue lo que analicé y opté por hacer música sexy pero no vulgar, que llegue a todas las edades".
Este artista sí puede sacar pecho y decir que es un profeta en su tierra. Hace dos años, desde que se dio a conocer su música en Bogotá, ya era conocido en Antioquia, el Valle y la costa Atlántica. Su popularidad comenzó a crecer. El joven que en un principio tuvo que tocar las puertas en las emisoras de radio y en los diferentes medios de comunicación, donde él mismo se desempeñaba como su propio jefe de prensa, mánager y hasta negociante de las presentaciones, ha contado con buena estrella. Más se demoraba en lanzar en la radio sus sencillos, que en ocupar los primeros lugares. Su música era obligada en todas las discotecas.
La fama le llegó rápido, pero eso no lo trasnocha; de hecho no le importa. Y aunque suene a frase de cajón, se le cree al mirarlo a los ojos y escucharlo decir que quiere que lo reconozcan como un buen artista.
El muchacho de 25 años y de un ímpetu casi incontrolable está viviendo momentos que de niño soñó, pero que son apenas algunas metas que se propuso a corto plazo: "Creo que falta mucho y que todavía no le he ganado a nadie. Soy un hombre cortoplacista, eso es lo que me ha permitido trabajar bajo cierto tipo de presión, eso es bueno; aunque a veces te hace mucho daño porque uno mismo se tira a matar".
No le gusta hablar de su vida privada y menos de su vida sentimental, escasamente cuenta que tiene una novia hace ocho años y que su vida ha cambiado notoriamente.
Y aunque está probando las mieles del triunfo, eso también lleva su sabor amargo y es la pérdida de la privacidad: "Sé que no soy famoso, famosa la Coca Cola o Juanes. Hay reconocimiento y es complicado cuando ya se meten en tu vida personal. Estoy vendiendo música y no estoy vendiendo mi vida, eso es lo último que le queda a cualquier artista". J. Balvin es un músico urbano aterrizado, a diferencia de lo que algunos pueden pensar.
El suyo no tiene nada que ver con el estereotipado mundo del alcohol, las drogas y la frivolidad. J. Balvin sabe que tiene una responsabilidad enorme, su música se escucha en los hogares y está consciente de que es ejemplo para muchos niños que lo están siguiendo: "Lo más importante es la educación y la educación no tiene que ver con si tienes o no tienes dinero; eso tiene que ver con las bases morales que te inculcaron.
Eso es lo que me ha permitido tener los pies en la tierra, mi familia".
Este paisa perfeccionista cuida cada detalle de su trabajo musical, de sus presentaciones, le huye al fracaso y a cada cosa que sienta que no tiene que ver con su carrera artística: "No haría desnudos, me lo han propuesto, pero lo mío es la música. Soy muy exigente conmigo y con mi equipo de trabajo, somos temerosos del fracaso. Todos somos cabeza de familia y lo que queremos es sacar nuestra gente adelante".
Esa entrega le ha costado mucho: "He llorado por cosas bonitas que han pasado en mi carrera, pero también hay que tener cuidado con lo que uno le pide al universo. He tenido agotamiento físico por tanto trabajo, eso fue lo que pedí y eso es lo que me está dando y me ha costado lágrimas".
2010 fue un gran año y en este que comienza se prepara para la internacionalización: "Hemos tocado en Nueva York, New Jersey, Boston, Orlando y Miami, entramos en la lista de canciones más sonadas en Billboard y entré en los nominados en los premios de People en español. En Perú, Chile y España estamos sonando superfuerte".
Es muy posible que más adelante se radique en Miami, pues ya tiene firmadas varias fechas de presentaciones, además está en conversaciones para realizar un tema junto a Daddy Yankee. En marzo lanzará un disco especial, estará junto a la Filarmónica de Medellín algo quejamás se ha hecho, fusionar la música urbana con la culta.
Todo esto lo dice mientras reorganiza su maleta. Ahí es donde queda más claro que los estereotipos son solo eso y no funcionan para todo el mundo. J. Balvin tiene en bolsas las pintas para cada día, para cada show. En un mismo empaque están zapatos, pantalón, accesorios, gorros y camisas. Viendo esa maleta se entiende que no improvisa y que tal vez por eso se le nota tan seguro, porque sabe que llegar a donde quiere es solo cuestión de tiempo.
¿Cómo fue la pedida de mano?
Al cierre de esta edición, el cantante paisa nos contó que el pasado 8 de marzo, (a propósito del Día Internacional de la Mujer) le pidió matrimonio -en Medellín- a su novia Diana Osorio, con quien lleva 8 años de noviazgo: "La conocí por medio de unos amigos, no estaba buscando a nadie en ese momento; pero llegó ella y vi que valía la pena. Las cosas llegan cuando tienen que llegar".
Esa noche, el artista de música urbana más importante del país se comprometió con Diana, después de la ruptura que sufrieron hace dos meses, según fuentes cercanas. Le entregó el anillo de compromiso (con varios diamantes según allegados) y aunque todavía no fijaron fecha, Balvín nos confesó que será en algunos meses: "En unos 8 ó 9 meses; será una boda como ella se la merece... ¡Lo mejor!". ¿Botarán la casa por la ventana? "Si es necesario, ¡Hay que hacerlo!".
Pese a su timidez, a la hora de hablar de su compromiso nos contó que la pedida de mano fue en un lugar que tiene un significado especial para los dos: "Bien íntimo, como tiene que ser; privado, para ella y la familia. Fue en un sitio muy especial para los dos, que solo ella y yo podemos reconocer y recordar por muchas cosas. No fue una cena; no fue convencional".
Aunque no le gusta hablar de su vida privada y deja claro que J. Balvin es un artista y Jose Alvarado es una persona común y corriente, nos soltó algunas frases: "Soy muy reservado hay que guardar cosas, cuando uno habla mucho se empieza a perder el encanto. Mi compromiso es una cosa tan bonita, tan personal y tan privada; como tan íntima, que me parece que no es para compartir con todo el mundo, por respeto a la familia de ella y a la mía".


F eltiempo.com

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