Por Mike Collett-White
LONDRES (Reuters) - La séptima y penúltima película de Harry Potter tendrá su función de preestreno el jueves en Londres, con ingresos casi asegurados para Warner Bros., pese a que el estudio no consiguió realizar a tiempo una versión en 3-D del filme.
Las estrellas adolescentes Daniel Radcliffe, Emma Watson y Rupert Grint, quienes interpretan a Harry, Hermione y a Ron respectivamente en la serie sobre el joven mago, aparecerán en la alfombra roja de "Harry Potter y las Reliquias de la Muerte: Parte 1", que llegará a las salas el 19 de noviembre.
Warner decidió dividir el séptimo y último libro de J.K. Rowling sobre Harry y sus aventuras en dos partes, luego de que los seis primeros filmes sumaron 5.400 millones de dólares en la taquilla cinematográfica mundial.
No obstante, la popular franquicia todavía no rompe la barrera de los 1.000 millones de dólares con una sola producción y un estreno en 3-D podría haber llegado a esa marca, afirmaron expertos.
"Creo que el tema 3-D es una gran decepción para Warner Bros", dijo Andreas Wiseman de la revista Screen International.
"Pienso que de verdad se perdieron un truco. Otras grandes franquicias como 'Saw', 'Shrek' y 'Toy Story' han ido ganando fuerza (al pasar al formato 3-D)", explicó.
El experto agregó que la nueva entrega podría superar la recaudación mundial de 1.000 millones de dólares incluso sin un aumento de precios por el formato tridimensional, y que la franquicia tiene otra oportunidad de conseguir ingresos mediante ese formato cuando en julio salga la segunda parte.
(Reporte de Mike Collett-White, información adicional de Douglas MacLaurin. Editado en español por Carlos Aliaga)
F reuters.com
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