Ermahn Ospina El
colombiano que maquilla a las estrellas de Hollywood
Ermahn Ospina estaba cansado de oír los consejos de quienes
le tienen miedo a moverse de la zona de confort. Empacó sus maletas y abandonó
Manizales, la ciudad donde nació. Un avión con destino a Los Ángeles sería el
primer paso de un camino que ya lleva 24 años. Ha hecho parte de 45 películas
de cine, entre ellas: Sin City, Desperado, Jackie Brown, Death Proof y Del
Crepúsculo al Amanecer. Ospina se encuentra posicionado en Hollywood como el
maquillador consentido de directores como Robert Rodriguez y Quentin Tarantino.
Ospina decidió que no debía posponer más la posibilidad de
alcanzar sus sueños. Trabajó un par de años en Colombia como maquillador y
peluquero, pero tenía claro que este no era su lugar. La decisión estaba
tomada. Poco le importó que la gente a su alrededor le augurará el fracaso y se
inscribió en la Universidad de Los Ángeles con el fin de perfeccionar su inglés
y allá mismo estudió cine y televisión. Aprendió escenografía, vestuario y
logró conectarse con estudiantes que necesitaban de su experiencia para sus
tesis de grado. Grabó seis películas y capturó las mejores imágenes en una
cinta personal a modo de portafolio.
Por esa época trabajaba en un salón de belleza de Beverly
Hills. Un día llegó una mexicana bajita y guapa que necesitaba verse divina para
una prueba de casting. “Mientras la arreglaba hablábamos sobre nuestras vidas,
y ella me contaba que su sueño era ser actriz de Hollywood. Hubo química y de
inmediato nos hicimos amigos”, cuenta Ospina. La mexicana volvería días después
con una sonrisa enorme porque le habían dado el papel protagónico. “Ella me
había recomendado como maquillador y me llevó al estudio para que me
conocieran. Me dieron el trabajo y al final todos los actores de la película
querían que yo los maquillara”, afirma Ospina. La película se convirtió en un
éxito. Se llamaba “Desperado” (La Balada del Mariachi) y sus protagonistas
fueron Salma Hayek: la mexicana guapa, bajita, y Antonio Banderas. Los dirigía
Robert Rodriguez.
Desde entonces, es el consentido de estos dos directores
reconocidos por ser dos rebeldes del cine. “Me encanta el tipo de cine que
hacen porque no es convencional. Tienen ideas novedosas e inesperadas y de
ambos he aprendido mucho”, cuenta Ospina, quien además recalca el cariño y
agradecimiento que le tiene a Rodriguez por haber confiado en él desde el
principio y, sobre todo, por ser un abanderado de la inclusión de los latinos
en Hollywood.
Ospina dice que no es fácil para un suramericano incursionar
en Hollywood, que la discriminación sigue presente en el cine. Que aunque es
difícil de creer, actrices como Jennifer López o Salma Hayek todavía tienen que
luchar contra ciertos estereotipos sobre los latinos que siguen presentes en
las mentes de algunos estadounidenses: “Trabajé para la portada de HOLA en la que
aparece Diego Boneta. Su verdadero apellido es González, es uno de los
protagonistas de la película “Rock of Ages”, junto a Tom Cruise, Alec Baldwin y
Catherine Zeta–Jones. Es un chico muy talentoso y guapo, pero tuvo que cambiar
su nombre para poder ser reconocido en Hollywood”. Cuenta que incluso para
alguien como él, con la experiencia de haber participado en 45 películas,
todavía es necesario probar lo que sabe hacer.
Este manizalita se siente el hombre más afortunado del mundo
porque no solo tiene un trabajo que lo apasiona, su familia vive a una hora de
distancia. “Hablo con mi mamá todos los días y cada domingo almuerzo con ella”,
dice Ospina, quien asegura que esa posibilidad es un lujo para alguien en un
trabajo que requiere de 24 horas al día 12 meses al año. Cree que Dios está
detrás de su vida y su talento. La experiencia más grande que le han dejado
todos estos años de trabajo en Hollywood es creer en sí mismo: “¿Qué tal que yo
hubiera creído lo que los demás creían de mí?”
Su más reciente trabajo fue junto a Danny Devito, Carla
Gugino y Malin Akerman, para la película Hotel Noir, dirigida por el venezolano
Sebastián Gutiérrez. Cuenta que todavía se emociona y le parece increíble ver
su nombre en los créditos de las películas: “Solo Dios sabe lo que estoy
sintiendo”. Ospina se siente satisfecho con su vida. “He cumplido mis sueños”.
Pero dice que todavía le falta mucho por hacer. Quiere seguir con el cine pero
ahora ha descubierto que los editoriales de moda son su nueva pasión. Le
encantaría trabajar en Paris, para revistas como Numéro, L’Officiel o la Vogue
italiana.
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