domingo, 31 de marzo de 2013

Ermahn Ospina El colombiano que maquilla a las estrellas de Hollywood



Ermahn Ospina  El colombiano que maquilla a las estrellas de Hollywood

Ermahn Ospina estaba cansado de oír los consejos de quienes le tienen miedo a moverse de la zona de confort. Empacó sus maletas y abandonó Manizales, la ciudad donde nació. Un avión con destino a Los Ángeles sería el primer paso de un camino que ya lleva 24 años. Ha hecho parte de 45 películas de cine, entre ellas: Sin City, Desperado, Jackie Brown, Death Proof y Del Crepúsculo al Amanecer. Ospina se encuentra posicionado en Hollywood como el maquillador consentido de directores como Robert Rodriguez y Quentin Tarantino.

Ospina decidió que no debía posponer más la posibilidad de alcanzar sus sueños. Trabajó un par de años en Colombia como maquillador y peluquero, pero tenía claro que este no era su lugar. La decisión estaba tomada. Poco le importó que la gente a su alrededor le augurará el fracaso y se inscribió en la Universidad de Los Ángeles con el fin de perfeccionar su inglés y allá mismo estudió cine y televisión. Aprendió escenografía, vestuario y logró conectarse con estudiantes que necesitaban de su experiencia para sus tesis de grado. Grabó seis películas y capturó las mejores imágenes en una cinta personal a modo de portafolio.

Por esa época trabajaba en un salón de belleza de Beverly Hills. Un día llegó una mexicana bajita y guapa que necesitaba verse divina para una prueba de casting. “Mientras la arreglaba hablábamos sobre nuestras vidas, y ella me contaba que su sueño era ser actriz de Hollywood. Hubo química y de inmediato nos hicimos amigos”, cuenta Ospina. La mexicana volvería días después con una sonrisa enorme porque le habían dado el papel protagónico. “Ella me había recomendado como maquillador y me llevó al estudio para que me conocieran. Me dieron el trabajo y al final todos los actores de la película querían que yo los maquillara”, afirma Ospina. La película se convirtió en un éxito. Se llamaba “Desperado” (La Balada del Mariachi) y sus protagonistas fueron Salma Hayek: la mexicana guapa, bajita, y Antonio Banderas. Los dirigía Robert Rodriguez.

Desde entonces, es el consentido de estos dos directores reconocidos por ser dos rebeldes del cine. “Me encanta el tipo de cine que hacen porque no es convencional. Tienen ideas novedosas e inesperadas y de ambos he aprendido mucho”, cuenta Ospina, quien además recalca el cariño y agradecimiento que le tiene a Rodriguez por haber confiado en él desde el principio y, sobre todo, por ser un abanderado de la inclusión de los latinos en Hollywood.

Ospina dice que no es fácil para un suramericano incursionar en Hollywood, que la discriminación sigue presente en el cine. Que aunque es difícil de creer, actrices como Jennifer López o Salma Hayek todavía tienen que luchar contra ciertos estereotipos sobre los latinos que siguen presentes en las mentes de algunos estadounidenses: “Trabajé para la portada de HOLA en la que aparece Diego Boneta. Su verdadero apellido es González, es uno de los protagonistas de la película “Rock of Ages”, junto a Tom Cruise, Alec Baldwin y Catherine Zeta–Jones. Es un chico muy talentoso y guapo, pero tuvo que cambiar su nombre para poder ser reconocido en Hollywood”. Cuenta que incluso para alguien como él, con la experiencia de haber participado en 45 películas, todavía es necesario probar lo que sabe hacer.

Este manizalita se siente el hombre más afortunado del mundo porque no solo tiene un trabajo que lo apasiona, su familia vive a una hora de distancia. “Hablo con mi mamá todos los días y cada domingo almuerzo con ella”, dice Ospina, quien asegura que esa posibilidad es un lujo para alguien en un trabajo que requiere de 24 horas al día 12 meses al año. Cree que Dios está detrás de su vida y su talento. La experiencia más grande que le han dejado todos estos años de trabajo en Hollywood es creer en sí mismo: “¿Qué tal que yo hubiera creído lo que los demás creían de mí?”

Su más reciente trabajo fue junto a Danny Devito, Carla Gugino y Malin Akerman, para la película Hotel Noir, dirigida por el venezolano Sebastián Gutiérrez. Cuenta que todavía se emociona y le parece increíble ver su nombre en los créditos de las películas: “Solo Dios sabe lo que estoy sintiendo”. Ospina se siente satisfecho con su vida. “He cumplido mis sueños”. Pero dice que todavía le falta mucho por hacer. Quiere seguir con el cine pero ahora ha descubierto que los editoriales de moda son su nueva pasión. Le encantaría trabajar en Paris, para revistas como Numéro, L’Officiel o la Vogue italiana.

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