La aerolínea Lufthansa que encontró la clave en el fondo del
mar
Lufthansa parece haber encontrado en el mar una solución
para el aire. Hace pocos días la aerolínea más grande de Alemania anunció que a
partir de este verano (y durante dos años) estará ensayando un innovador
recubrimiento exterior hecho con imitación de piel de tiburón en dos de sus
Airbus A340-300. La inspiración para el diseño fueron las diminutas escamas en
la piel de los tiburones que canalizan el agua, permitiéndoles nadar con un
mínimo de resistencia.
En un nuevo intento de desarrollar naves más aerodinámicas y
eficientes, la industria de la aviación ha apostado por que el más antiguo
depredador del océano sea la clave para reducir la fricción y por tanto el
consumo de energía y combustible, así como favorecer el medio ambiente. La
prueba en los jets de Lufthansa es la última fase antes de la aplicación
industrial, y consiste en colocar en el fuselaje y el borde de las alas ocho
parches de 4x4 pulgadas (10x10 cm) de laca especial endurecida con luz
ultravioleta, que contienen una pequeña cantidad de disolvente volátil capaz de
soportar las altas tensiones alcanzadas durante un vuelo. Estos parches también
repelen la suciedad, los rayos UV y, gracias a la nanotecnología, ofrecen una
alta resistencia a la abrasión y la erosión.
Si el experimento en curso arroja resultados positivos, el
próximo paso en la investigación será probar parches más grandes antes de
desarrollar un procedimiento de aplicación automatizado, preciso y rentable
para recubrir toda la superficie del avión con esta laca especial.
La fascinante propiedad de la piel de los tiburones se
conoce hace décadas y desde científicos hasta diseñadores de moda han imitado
su textura para aplicarla a diferentes campos. Así ha sido en la industria
aeroespacial y aeronáutica y, más recientemente (por cierto, controversial), en
la industria textil, sobre todo en la confección de trajes deportivos,
especialmente para la natación y el atletismo.
Según declaraciones a AFP de Denis Darracq, jefe de
investigación y tecnología en Airbus: “La formación de hielo es un problema
puntual para los aviones y representa un factor de coste importante. Si
existieran superficies donde el agua no se puede acumular, no se congelaría, lo
cual representaría un gran avance […] Si las pruebas tienen éxito, podríamos
adoptar esta tecnología en un futuro muy cercano”. Y si el uso de la imitación
de piel de tiburón recorta los costes de la industria de la aviación… ¿se acordarán
las aerolíneas de beneficiar a los pasajeros reduciendo el precio de los
boletos
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