Podría haber una segunda Tierra a solo 13 años luz
Los cazadores de
planetas, sobrenombre que reciben los astrónomos especializados en detectar
exoplanetas alrededor de las estrellas vecinas, sueñan con encontrar una nueva
Tierra, situada en la zona habitable y a ser posible próxima a nuestro sol.
Bien, pues si tenemos algo de suerte, muy pronto podríamos leer en las noticias
el hallazgo de un mundo terrestre orbitando a una enana roja situada a apenas
13 años luz (o si lo prefieres 123 billones de kilómetros).
Galácticamente hablando, eso es como decir "la puerta
de al lado". Eso sí, aún no podemos lanzar las campanas al vuelo porque el
planeta aun no ha sido detectado, y por lo tanto no sabemos en qué zona
orbitará alrededor de su sol, si dentro de los límites de habitabilidad o
fuera.
Courtney Dressing, estudiante de graduación de la
Universidad de Harvard y autora principal del estudio recientemente publicado
explica las distancias con una comparativa a nuestra escala. "Si
redujésemos el tamaño de nuestra galaxia hasta que equivaliera al de los Estados
Unidos, la distancia entre nuestro planeta y su vecino tipo-Tierra más cercano,
sería similar al tamaño de Central Park".
Como dicen las últimas estimaciones en cuanto a número de
planetas, en nuestra galaxia hay más planetas que estrellas. Solo en enanas rojas
frías, las más comunes en nuestra galaxia, los astrónomos creen que en la Vía
Láctea debe haber unos 75.000 millones.
Precisamente esta abundancia podría simplificar la búsqueda
de vida extraterrestre. El coautor del trabajo científico y astrónomo, David
Charbonneau, sostiene que está deseando convertirse en biólogo en cuanto se
produzca el hallazgo.
Según los datos obtenidos por el telescopio espacial Kepler
de la NASA, aproximadamente el 6% de las enanas rojas poseen planetas
tipo-Tierra situados en la posición orbital idónea para la presencia de agua
líquida en sus superficies.
Así pues, por meros cálculos estadísticos, los científicos
han llegado a suponer que el planeta candidato más cercano a nuestro sistema
solar podría estar a esos antes citados 13 años luz, "nuestro patio
trasero" en escala galáctica.
No obstante, buscar candidatos a planeta habitable alrededor
de enanas rojas exige pensar de otra manera. Como estas estrellas son más
pequeñas y tenues que las de tipo espectral similar a nuestro sol, los planetas
tendrán que orbitar mucho más cerca de su estrella si quieren entrar en la zona
de habitabilidad en la que el agua líquida es posible.
Probablemente serían rocosos, pero los cambios en los tipos
de atmósfera podrían conducir a la aparición de tipos de vida muy distintos
a los que existen en la Tierra. Al mismo tiempo, las enanas
rojas son mucho más antiguas que nuestro sol, por lo que esos planetas también
serían más antiguos que nuestra Tierra, dándole más tiempo a la evolución para
actuar.
Nuestro sistema solar tiene 4.500 millones de años, más o
menos, mientras que existen enanas rojas con una edad de 12.000 millones de
años.
Tal vez un día encontremos un planeta con esa edad,
orbitando en la zona habitable alrededor de una enana roja. Solo podemos
especular con las formas de vida que podrían darse en un entorno así.
Eso sí, los astrónomos están viviendo tiempos emocionantes y todos los
que les seguimos esperamos recibir muy pronto la buena nueva. Tras eso vendrá
otro reto colosal, construir naves o telescopios que nos permitan obtener
información sobre ese mundo, bien sea desde cerca o desde lejos.
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