Marcela Rojas acusada de pertenecer a red criminal
La actriz que interpreta a Rocío en “Tres Caínes” pasó por
el momento más amargo de vida, tras ser acusada de pertenecer a una banda de
criminales dedicada a la estafa, por lo que le fueron imputados cargos que le
daban hasta diez años de cárcel. Marcela pudo demostrar su inocencia, pero
vivió los peores días de su vida.
La Policía llegó a su apartamento con una orden de captura.
Inicialmente, Rojas pensaba que se trataba de una equivocación, pero las cosas
cambiaron para la actriz en cuestión de minutos. “Llegaron como a las 6:15 a.m.
y casi tumban la puerta; pensé que me iban a robar. Entraron a mi apartamento
como si fuera la peor delincuente. Me asomé a la ventana y vi el carro de la
Policía, les pregunté qué estaba pasando y me dijeron que tenían una orden de
detención para una persona del edificio; les dije ‘pero me están golpeando en
mi apartamento’. Me dijeron: ‘Entonces abra la puerta porque es usted’”, narra
Marcela en entrevista para la revista Elenco.
Esto sucedió el pasado 21 de febrero cuando Rojas salió de
su apartamento esposada por la Policía, con una orden de captura por concierto
para delinquir, captación de dineros, falsedad en documento público y estafa
agravada. “Cuando me dijeron eso, sentí inmediatamente el grito de uno de los
policías y dije: ‘¡Dios mío, esto es serio!’ El corazón se me aceleró, el
cuerpo empezó a temblarme, sentía que se me iba la respiración. Me pidieron la
cédula. La miraron y me dijeron: ‘Sí es usted. Tiene tiempo para que llame a su
abogado y a un familiar. Le vamos a leer sus derechos y aliste unas prendas y
una cobija. Se va con nosotros’. Me esposaron y me sacaron del apartamento.
Cuando salíamos del edificio les pedí que por favor me quitaran las esposas, y
así fue. Cuando llegamos a la Dijin me volvieron a esposar”, cuenta Marcela.
Hasta ese momento ella no se imaginaba cuál era el motivo de
su detención, “Solo hasta que llegué a la Dijin y vi a una gran amiga con su
mamá, me acordé inmediatamente que hacía un año y medio ella me había pedido
prestada la cuenta. Dije ‘¡No puede ser!’” dijo Marcela Rojas.
Su amiga llorando todo el tiempo le decía que no sabía qué
estaba pasando, luego se demostró que era la madre de esta mujer la que
pertenecía a una banda criminal dedicada a la estafa, vendían predios y lo
hacían con personas desplazadas, les pedían dinero y les daban diferentes
cuentas para consignar el dinero, entre esas la de la actriz.
Marcela pudo demostrar su inocencia pero nunca olvidará la
noche que pasó detenida “No hacía sino llorar, pensaba en mi papá, que ya
falleció, que me decía todo el tiempo que no prestara la cuenta, que no firmara
un papel sin leerlo. Llegó la noche y de repente nos dijeron que hiciéramos una
fila, nos pusieron las esposas y nos hicieron parar frente a unas cámaras y
unos fotógrafos. Ahí sí se me partió la vida. Esa noche nos metieron a siete
mujeres en una celda. No dormí; solo lloraba y oraba. El frío era horrible y
los policías ponían música a todo volumen. Nos levantaron a las cuatro de la
mañana a bañarnos y en la tarde nos llevaron a la audiencia esposados. Nos
pusieron en un patio en Paloquemao, frente a todo el mundo. Después de muchas
horas, como a la medianoche, leyeron las cédulas y los nombres y decretaron la
libertad a ocho de las 15 personas que habíamos sido capturadas. Me dejaron en
libertad. Salí a abrazar a mi mamá y a mi hermano” cuenta.
La actriz deja una lección que muchas personas han vivido por confiar en
personas cercanas, como el famoso caso de Valerie Domínguez, en el que su novio
se aprovechó de su inocencia.
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