Me pueden expulsar del avión por esto
No es algo frecuente, pero miles de pasajeros son expulsados
cada año de un avión comercial. Lo inquietante es que casi nadie conoce las
reglas exactas por las que se rigen estas expulsiones. La web Gadling, especializada
en viajes, selecciona los motivos más frecuentes.
Exhibición indecente. Llevar demasiado escote o la cintura
del pantalón demasiado baja han sido motivos de expulsión en Estados Unidos.
También suelen traer problemas los shorts vaqueros, por su exposición de las
zonas genitales al sentarse.
Algún pasajero ha sido rechazado en la puerta de embarque
por llevar shorts debajo de camisetas amplias porque no permitían comprobar si
vestía ropa de cintura para abajo. En cambio, otras compañías permitieron volar
a pasajeros en lencería. También se conocen casos de expulsión por repetir la
palabra "joder" o por dar pecho a un bebé sin cubrirse adecuadamente.
Pelearse por espacio. Destaca el caso de un pasajero que se
peleó con el que tenía delante por reclinar su asiento. Sucedió en Ghana, en
junio de 2011, y al final el avión dio la vuelta escoltado por dos cazas
militares F-16. Todo un fastidio para los 144 pasajeros inocentes que sufrieron
las consecuencias.
Apilar a tus hijos. En diciembre de 2011 un matrimonio
intentó viajar a Chicago con sus cuatro hijos pequeños por el precio de tres
billetes. Cada padre sentaba en sus rodillas a un niño y el mayor de los hijos
(tres años) sujetaba a su hermano pequeño de ocho meses. No funcionó, pero
prometieron devolverles el importe, ya que la prohibición estaba escondida en
la web.
Trata bien al personal.
Tirar cacahuetes a la azafata. En muchos territorios existe
una norma conocida como "interferir con el personal de a bordo". Se
sancionan incluso por conductas como tirar snacks a la azafata, inhalar humo de
un cigarrillo electrónico o quejas airadas.
También está penado hacer fotos de la placa identificación
de las azafatas (ya sea para denunciarlas o acosarlas en redes sociales). Los
aviones no suelen dar la vuelta, pero al pasajero díscolo le puede esperar en
tierra algún agente.
Fingir ser soldado. En varios países pertenecer al ejército
da derecho a que te hagan un "upgrade" a Primera Clase si quedan
asientos libres. Cada cierto tiempo hay alguien en Estados Unidos que lo
intenta y acaba en el calabozo por "suplantación de personalidad en
segundo grado". No parece que compense.
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